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Rodríguez Ibarra critica las "enormes tragaderas" del PSOE

El histórico líder del PSOE extremeño ha recriminado a Sánchez apoya las críticas de García-Page, envidiado por los "sanchistas redomados".

El expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra en un homenaje en el Senado. | Gustavo Valiente / Europa Press

La falta de crítica interna dentro del PSOE ha hecho que el histórico presidente socialista de Extremadura que gobernó durante 24 años esta comunidad autónoma, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se pronuncie duramente contra el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y aquellos que les bailan las aguas dentro de su formación acusándolos de tener "enormes tragaderas" que han llevado a los afines a Sánchez a aceptar "todo lo que se decida desde La Moncloa o desde Waterloo sin mantener una mínima discrepancia".

En este sentido, ha atacado a la militancia socialista y a sus dirigentes por no tener límites a la hora de cerrar filas con Sánchez asegurando que "el poder omnímodo de uno es la consecuencia de la simpleza" de los representantes democráticos de su propio partido. De hecho, ha ejemplificado estas "tragaderas" con el cese del exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos, al que Sánchez relegó sin que nadie de la formación le pidiera explicaciones.

Es más, tras ello, nombró en este puesto orgánico considerado el número tres del partido a Santos Cerdán sin que ningún órgano interno de los socialistas se preguntase sobre la cercanía de Ábalos con Cerdán; algo sobre lo que el expresidente extremeño ha puesto sus dudas encima de la mesa. "¿A nadie se le ocurrió pensar que cesar a Ábalos y designar a Cerdán era una jugada de alto riesgo?", se ha cuestionado en un artículo publicado en su blog personal.

"Rancio patriotismo de partido"

De esta forma, ha criticado duramente la falta de crítica interna que en estos momentos existe en el PSOE teniendo en cuenta que a todo aquel que se muestra contrario a las directrices e Ferraz se le tacha de "resentido", a pesar de que sean aquellos que han resultado mejor parados de un proceso electoral. Por ello, ha calificado de "rancio patriotismo de partido" al movimiento que promueve el apoyo a Sánchez sin ningún tipo de autocrítica, que está lleno de "aplausos, risotadas, alabanzas constantes y continuas junto con los ataques a quienes manifestábamos nuestras discrepancias" haciendo "daño" al propio PSOE.

"Quienes hemos ganado con el PSOE seis elecciones autonómicas y abandonamos nuestra responsabilidad institucional y orgánica por propia voluntad, sin que ni los electores ni los afiliados nos echaran podemos ser calificados de otras cosas; desde luego no de resentidos", aclara el exlíder de los socialistas extremeños, que ha defendido las críticas del presidente castellanomanchego, el socialista Emiliano García-Page, en el Comité Federal del pasado sábado.

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Así, ha apuntado hacia la hipocresía de Sánchez asegurando que "las críticas siempre son bien recibidas" cuando en realidad se desprecia a Page y se permite que los militantes le insulten en cada ocasión que discrepa de la dirección socialista nacional. "Debe ser que como Page es el único presidente autonómico que lo es por mayoría absoluta, la envidia recome las vísceras de quienes desearían que pasara al grupo de los sanchistas redomados para, perdiendo las próximas elecciones, ser absuelto, perdonado por sus pecados y recibido en el grupo de los perdedores", sentencia el histórico socialista.

El "fracaso" de Sánchez

En otro orden de cosas, el que fuera secretario general del PSOE de Extremadura también ha lanzado un dardo al actual presidente del Gobierno, al que ha recriminado su "fracaso" electoral en los últimos comicios que se han celebrado pasando por los autonómicos de Galicia y País Vasco, los europeos, los autonómicos y municipales del 28 de mayo de 2023 y, finalmente, las generales provocadas por el nefasto resultado de estas.

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"Se confirmó el fracaso espectacular del PSOE liderado por Pedro Sánchez en las elecciones autonómicas y en las elecciones generales", ha aseverado Rodríguez Ibarra, que ha recordado que el secretario general de los socialistas consiguió 121 escaños, "cuatro menos que los obtenidos por Joaquín Almunia en las generales de 2000, que provocaron su dimisión la frente de la Secretaría General". Un hecho tras el que Sánchez "fue recibido bajo palio" en lugar de realizar los órganos internos una profunda reflexión sobre la deriva del partido.

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