
Vuelve el postureo de Yolanda Díaz. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo ha interrumpido sus vacaciones este jueves solo para manifestarse –y tratar de arañar votos– contra el Partido Popular de Galicia por los incendios.
Desde que la región comenzase a arder, las únicas aportaciones de Yolanda Díaz con los gallegos han sido ser ‘cazada’ cenando en un lujoso restaurante de Pontevedra y poner varios mensajes en redes sociales. Y la última, ir a Vigo a hacer el paripé para sacar rédito político a costa del PP de Alfonso Rueda. Todo ello, mientras la ministra no ha pisado ninguna zona afectada por los incendios.
No sorprende a muchos, pues, no se trata de la primera vez que la ministra se desplaza solo por conveniencia política. El pasado año se trasladó a La Coruña para recoger pélets -bolitas de plástico en el mar- y así también arañar votos a costa del PP. Ocurrió del mismo modo en la última tragedia, la de la DANA de Valencia, donde Díaz se desplazó seis días después, no pisó el barro y expedientó a más de 100 empresas afectadas por las riadas.
En esta última tragedia, la vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez ha aprovechado para atacar al PP y ha insistido en censurar la precariedad laboral de los bomberos forestales y brigadistas, y ha advertido de que es "una barbaridad" dejar la extinción de los incendios "en manos privadas" antes de participar en la concentración de protesta convocada por la plataforma 'Por un monte galego con futuro', Díaz ha insistido en que "la emergencia climática es una evidencia" y en que las crisis incendiarias como la que afecta actualmente a Galicia y a otras regiones serán cada vez má agresivas.
Por ello, ha remarcado la importancia de la prevención, que debe estar "en el centro" de las políticas del país, y ha reiterado que "los incendios se apagan en invierno". En este marco, ha hecho hincapié en las condiciones del personal de extinción y ha dicho que se debe "acabar con la precariedad" de estos trabajadores. Tras agradecer el trabajo de todos los profesionales, que "se están dejando la vida" para apagar los incendios, Díaz ha advertido: "Este personal no puede estar precario, no puede estar en manos privadas, esto es una barbaridad", ha incidido.
Además, al margen de la prevención, también ha abogado por medidas como mantener limpios los montes, apostar por la ganadería extensiva, por "políticas agrarias propias" o "acabar de una vez por todas" con el monocultivo de eucalipto, en favor de repoblaciones con especies vegetales autóctonas. "Necesitamos un rural vivo, y que la gente tenga todos los servicios", ha proclamado.
"ERTEs climáticos"
Por otra parte, la ministra de Trabajo ha apuntado que "no es necesario" que la patronal "pida ERTEs" para hacer frente a las consecuencias de los incendios en las empresas. Según ella, las empresas tienen ya a su disposición los 'ERTEs climáticos'. También ha ofrecido "todo lo que sea menester" cuando se conozca la evaluación de daños en empresas calcinadas y trabajadores afectados. "Todos los medios se van a poner a disposición", ha prometido.
Sus propuestas laborales y medidas rurales no calan ya en los españoles, -cada vez menos engañados con la Agenda 2030 y la transición ecológica- . De ahí proviene gran parte de su fracaso. A pesar de estas promesas -algunas falsas, como la de que están a favor de limpiar los montes- y el constante oportunismo con el que busca garantizar su supervivencia y la de su partido, todo apunta que se aproxima el Finisterre político de Yolanda Díaz.



