
Seis meses después de que Junts y el PSOE acordaran la cesión de competencias de inmigración, de la que el propio Carles Puigdemont se jactó afirmando que la transferencia les "deja fuera del café para todos y fortalece la soberanía de Cataluña y el reconocimiento de Cataluña", la formación independentista ha registrado la iniciativa para debatirla y votarla la próxima semana en el Congreso de los Diputados. La toma en consideración, que supone su primer examen parlamentario, se ha fijado para el próximo 23 de septiembre, siempre que Junts no decida retirarla.
El Ejecutivo mantiene su disposición absoluta a negociar hasta el último momento, con el objetivo de complacer a su socio independentista consciente del valor de sus apoyos para sostener la gobernabilidad. "Lo que el Gobierno de España firma, dentro de la Constitución y de la defensa del Estatuto de Autonomía, lo cumple", defendió el ministro Ángel Víctor Torres en los pasillos de la Cámara Baja.
Entre los puntos más destacados del acuerdo con el Ejecutivo figura que los Mossos d’Esquadra asuman el control de fronteras, que la Generalidad gestione los permisos de residencia y estancia de extranjeros en Cataluña, así como la administración íntegra de los Centros de Internamiento de Extranjeros. Asimismo, la norma contempla la gestión de los procedimientos de devolución de inmigrantes en situación irregular y un incremento de 1.800 efectivos en la plantilla de los Mossos d’Esquadra, que alcanzaría un total de 26.800 agentes.
No obstante, todo indica que la norma difícilmente prosperará y desde el Gobierno ya la dan por perdida, dado que el acuerdo con el PSOE no asegura que los socios de investidura respalden la propuesta. Podemos ya ha avanzado que su postura será tajante, calificando la norma como "racista".
Al Gobierno le habría interesado que Junts retirara la proposición de ley para aprovechar ese tiempo en negociar con Podemos y evitar que se tensionen aún más las negociaciones presupuestarias, que buscan fijar el techo de gasto y la senda fiscal antes de fin de septiembre. Sin embargo, Junts solo cuenta con esta proposición de ley y con un espacio en el Congreso la próxima semana. "Cuando tienes cupo tienes que aprovecharlo", reconocen fuentes socialistas ante la reactivación de este asunto que pone en evidencia las cesiones del presidente del Gobierno al independentismo.
La previsible no aprobación de esta norma podría tensar las relaciones con Junts, cuyos siete votos resultan imprescindibles para sacar adelante las Cuentas Públicas. Desde el PSOE califican de "difíciles" las negociaciones con Podemos, al considerar que existe "poco margen" de maniobra tras la interpretación de los morados de esta iniciativa "en el marco de la pugna electoral que mantienen Junts y Aliança Catalana".

