
El PP sigue siendo el primer partido en estimación de voto, aunque con pérdida de apoyos durante el verano, según el último barómetro de DYM que este jueves publica 20 Minutos. La encuesta, hecha entre el 10 y el 15 de septiembre, sitúa a los populares en el 35,2% y entre 150 y 154 escaños, lo que confirma su ventaja sobre el PSOE, pero sin opción de gobernar en solitario.
Vox, por su parte, consolida una tendencia al alza. Obtiene un 16% en estimación de voto, el mejor dato de su serie, lo que le situaría entre 42 y 44 diputados. El crecimiento de la formación de Santiago Abascal se explica en parte por la transferencia de casi 900.000 votantes que el PP ha perdido en los últimos meses. Con los datos de la encuesta, la suma de PP y Vox superaría con claridad la mayoría absoluta de 176 escaños, alcanzando entre 192 y 198.
El PSOE mejora respecto a meses anteriores tras el impacto del caso Cerdán. El partido de Pedro Sánchez logra un 26,9% en intención de voto, ocho décimas más que en julio, lo que le permitiría obtener entre 109 y 113 escaños. Esta cifra supone una ligera pérdida respecto a los 120 que tiene actualmente, pero muestra cierta recuperación tras la crisis.
Sumar tose sangre: obtiene un 5,6% de los votos y entre 8 y 9 escaños, su peor resultado hasta ahora. Desde junio ha perdido dos puntos porcentuales, con un retroceso constante en fidelidad de voto: apenas retiene al 43,7% de quienes la apoyaron en 2023. Una parte de esos votantes se dirige a Podemos, que se mantiene en torno al 4% y 2 o 3 diputados, sin mostrar un crecimiento significativo. En conjunto, el espacio político de Sumar y Podemos se sitúa alrededor del 10%.
En fidelidad de voto, Vox vuelve a destacar con el 88% de sus electores reafirmando su confianza en Abascal, por encima del 79% de los populares y del 76% del PSOE. El contraste es evidente con el naufragio de Sumar, que se desangra hacia Podemos o la abstención.
En valoración de líderes, Yolanda Díaz aparece como la mejor puntuada (3,5 sobre 10), seguida muy de cerca por Feijóo (3,4) y Sánchez (3,4). Santiago Abascal baja al 2,8, aunque es el más apreciado por sus propios votantes, que le otorgan un 7,6. Llama la atención que Sánchez, pese a estar en el poder, es el dirigente peor valorado por su propio electorado.
