
El Gobierno ha logrado sacar adelante la Ley de Movilidad Sostenible por 174 a favor, 170 en contra y 4 abstenciones que le garantiza el desbloqueo de 10.000 millones de euros de fondos europeos. Lo ha hecho tras llegar a un acuerdo con Podemos para que facilitara con su abstención que la norma pudiera salir adelante, dado lo ajustado de la votación, que pendía de un hilo, hasta el punto de que la ausencia del diputado del PP, Guillermo Mariscal, que está de luna de miel, hizo temer a los de Feijóo que la norma pudiera salir adelante por esa falta.
Finalmente su voto no fue decisivo porque hubo una ausencia en el bloque de investidura, de un diputado del PNV, lo que volvía a dejar en manos de Podemos el futuro de la norma. El ministro de Transportes, Óscar Puente, negoció hasta el último minuto con los de Ione Belarra y logró un acuerdo para "reforzar la protección ambiental" en la ampliación del aeropuerto de El Prat y el Puerto de Valencia. Podemos defiende, sin embargo, que ese cambio "paraliza las obras hasta 2031".
¿Cacicada de Armengol?
El diputado del PP, Guillermo Mariscal, solicitó este martes el voto telemático por estar de viaje después de haberse casado pero la Mesa del Congreso presidida por Francina Armengol se lo denegó argumentando que el Reglamento no recoge ese supuesto. El texto, sin embargo, fue reformado el pasado mes de junio y es ambiguo para abrir la puerta a las interpretaciones.
Como en anteriores ocasiones, Armengol optó por la lectura más favorable para el Ejecutivo. El PP asegura que hay un antecedente, ya que el 28 de mayo el vicepresidente Alfonso Rodríguez Gómez de Celis solicitó permiso para acudir a un partido de la UEFA del Betis, asegurando que lo hacía en calidad de representación institucional, y se le concedió el voto telemático.
El Pleno sacó adelante también el decreto del embargo de armas a Israel por 178 votos a favor de todo el bloque de investidura; 169 en contra de PP y Vox, y 1 abstención de UPN. Los de Belarra daban marcha atrás en su órdago al Ejecutivo al comprobar que se quedaban solos en el rechazo previsto después de que Junts anunciara su apoyo. Los morados lo justifican porque "no quieren dar excusas al PSOE", aunque dicen que siguen rechazándolo.
