
Alberto Núñez Feijóo ha presentado la última de las medidas desgranadas estos últimos días sobre su Plan de inmigración. Lo ha hecho en Barcelona, acompañado de la vicesecretaria de coordinación, Alma Ezcurra, y el líder del PPC, Alejandro Fernández. "La nacionalidad española no se regala, se merece", ha defendido para presentar un endurecimiento de los requisitos a la hora de concedérsela a los inmigrantes.
"La nacionalidad española no puede ser un mero trámite administrativo, debe ser un reconocimiento a quienes han demostrado con hechos su voluntad de integrarse". "Ser español no es sólo vivir en España, es participar de un proyecto común, compartir una historia, unos valores y un destino, es sentirse parte de algo más grande que uno mismo, es compartir una herencia universal", ha defendido.
Por ello, se elevará el nivel de exigencia lingüística, cultural y constitucional para las personas que vengan a nuestro país "porque es el mejor camino para la integración". La concesión de la residencia de larga duración dependerá, también, de la contribución y no del mero paso del tiempo, y quien rechaza integrarse "no podrá tener los mismos privilegios que quienes sostiene este país con su trabajo".
Además, se establecerá un sistema de asilo ágil y riguroso, se recuperará el carácter excepcional del arraigo y la verificación de edad deberá resolverse en un máximo de 72 horas para evitar fraudes con los menores inmigrantes. Las ayudas o subvenciones y el pago del Ingreso Mínimo Vita estarán ligados a la búsqueda de empleo.
El empleo, por tanto, será la puerta de entrada como "garantía de integración" y se establecerá un visado por puntos que clarificará las exigencias para venir a España. "No vamos a perpetuar un modelo que premia la infracción sobre el cumplimiento", ha dicho el líder del PP, que ha puesto coto a la concesión de ayudas a los inmigrantes.
"Las prestaciones, que son concebidas para quienes más lo necesitan, no podrán convertirse en una forma de vida para nadie de forma permanente", ha dicho desde la ciudad condal, uno de los lugares más afectados por la inmigración ilegal en España, donde también se ha referido a la inseguridad. "Nunca defenderemos una política migratoria que convierta barrios enteros de nuestro país en lugares irreconocibles de nuestro país", ha asegurado.
Por tanto, perderán automáticamente la residencia los inmigrantes que cometan delitos graves y se establecerá un sistema de cuotas de entrada por países y sectores. El líder del PP anunció este lunes, además, que se unificará en una única autoridad las competencias en inmigración frente al "descontrol" actual de cinco ministerios; se reformará la LOPJ, la Ley de Extanjería y el Código Penal para perseguir delitos en aguas internacionales, y la solicitud de Frontex en su totalidad.


