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Junts encaja el palo del TEDH con una exhibición de dureza contra Sánchez

La derrota judicial en Estrasburgo del separatismo y la omnipresente Orriols desquician a Puigdemont, que sigue descartando la moción de censura.

Míriam Nogueras, portavoz de Junts, en su escaño en el Congreso. | Cordon Press

En Junts lo niegan, pero no parece una mera coincidencia que Míriam Nogueras solemnizara la ruptura con Pedro Sánchez el mismo día en el que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) le daba la estocada a la estrategia judicial y política del independentismo. La sentencia del tribunal de Estrasburgo niega todas y cada una de las tesis del separatismo sobre la justicia española.

El Tribunal Supremo, según el Tribunal Europeo, actuó conforme a derecho al encarcelar de manera preventiva a tres de los líderes del proceso separatista, Oriol Junqueras, Jordi Turull y Jordi Sánchez, quien fuera jefe de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Ni vulneró sus derechos políticos ni su libertad de expresión. Fueron encarcelados por el riesgo de reiteración delictiva y destrucción de pruebas.

Ante semejante varapalo, que Míriam Nogueras entrara en detalles sobre lo que implica el anuncio que hizo Puigdemont en Perpiñán contribuyó a paliar en parte el disgusto por una sentencia adoptada por unanimidad. Si en algo han coincidido a lo largo de estos años Junts y ERC es en el relato sobre la justicia española y el supuesto carácter antidemocrático del Estado, en una falta de democracia que quedaría en evidencia en los tribunales europeos. Tras la victoria judicial de Carles Puigdemont en Alemania, donde tres jueces aceptaban su extradición por el delito de malversación, pero no por el de rebelión, el independentismo construyó una campaña propagandística que el fallo del TEDH desmonta ahora por completo.

La comparecencia de Nogueras flanqueada por los seis diputados restantes de Junts pretendía dar solemnidad a un anuncio que era entrar en los detalles que Puigdemont no abordó en su discurso del pasado 27 de octubre, cuando dio por rotas las relaciones con el PSOE y las negociaciones en Suiza. La enmienda a la totalidad con excepciones (ley del cine y de atención al cliente, entre otras) pone en riesgo la recepción de 90.000 millones de euros de fondos europeos y exhibe la debilidad del Gobierno de Sánchez. La legislatura, como dijo Nogueras, está bloqueada, pero no está entre las opciones del líder del PSOE arrojar la toalla. Al menos de momento.

Giro estratégico

El factor de la irrupción de Aliança Catalana condiciona todos los movimientos de Junts, tanto en Madrid como en Cataluña. La exhibición de dureza en el Congreso de los Diputados es una reacción no sólo ante las dificultades para que se concreten cesiones como el traspaso de las competencias de inmigración o la aplicación de la amnistía en el caso concreto de Puigdemont, sino que pretende ser un giro estratégico para detener la sangría de electores que estarían dispuestos a optar por Aliança Catalana y su líder, la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols.

Las encuestas dan a entender que la formación ultra y separatista estaría muy cerca ya de Junts y recogiendo votos también de ERC y de electores del PP y de Vox que contemplan con agrado el discurso contra la inmigración y el islam de Orriols y obvian la cuestión separatista. Con los datos demoscópicos sobre la mesa, los alcaldes de Junts y la cúpula del partido han entrado en pánico. A falta de logros vendibles al votante independentista, mantener la vinculación con el PSOE está resultando letal para Junts. No es suficiente ejercer la oposición a Salvador Illa en Cataluña mientras se mantiene a Pedro Sánchez en Moncloa. Es una contradicción insalvable que Aliança Catalana subraya en cada pleno en el Parlamento autonómico y en cada intervención de su líder.

Otra vez las dudas

Puigdemont vuelve a ser prisionero de sus propias dudas. No se atreve a romper del todo con Sánchez estando pendiente la aplicación de la amnistía en su caso, pero tampoco quiere aparecer de la mano de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal en una moción de censura instrumental para acto seguido convocar elecciones. Los empresarios catalanes y la patronal Foment le animan a abrazar el pragmatismo, pero el más pragmático de Junts, el exdirectivo bancario Jaume Giró dejó sus cargos en el partido harto del club de fans de Puigdemont y de los "revolucionarios de salón" que pueblan las filas de Junts y que insisten en el unilateralismo y en aplicar el "mandato" del 1-O.

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