
La indignación en las filas socialistas no deja de crecer, alimentada por la constatación de que Ferraz les mintió abiertamente cuando estallaron las denuncias por acoso contra Paco Salazar en el Comité Federal de julio, justo antes de su designación para la nueva ejecutiva y que terminó forzando su renuncia. Fuentes socialistas consultadas por Libertad Digital denuncian que la dirección del partido impuso un silenciamiento total del caso, un veto férreo a cualquier discusión interna que se ha mantenido durante cinco meses, evidenciando la voluntad de Ferraz de enterrar el escándalo a toda costa.
"Nos dijeron que todo era un complot para que no ocupara el cargo en la dirección", denuncian estas mismas fuentes, poniendo de relieve las alianzas y maniobras internas en el PSOE para encubrir presuntos casos de acoso, muy lejos de la "transparencia" de la que tanto presumen. Recuerdan las figuras y los discursos que se pronunciaron aquel 5 de julio.
"El poder sigue teniendo rostro masculino. Y quienes intentamos deshacer esa silueta tan marcada, tan hostil, tan excluyente, no lo tenemos fácil", subrayó la delegada del Gobierno en el Principado y actual vicesecretaria general de la federación socialista asturiana, Adriana Lastra, en una de las intervenciones más comentadas entre los socialistas en el acto tras manifestar el descrédito recibido habiendo sido número dos del PSOE y su rechazo a que Salazar asumiera el cargo de adjunto de Organización del PSOE después de conocerse las denuncias.
"Cuando haya potenciales casos de agresión o de acoso sexual yo le pido a las compañeras, víctimas de estos acosos, que utilicen estos canales, que las vamos a proteger", decía Pedro Sánchez en aquel Comité Federal en el que se aprobó el Protocolo de actuación frente al acoso sexual, del que diputadas socialistas denuncian la escasa utilidad.
"De poco ha servido", coinciden, mientras en Ferraz se convocaba, a modo de cortafuegos, una reunión de urgencia y de forma telemática este miércoles por la noche con las secretarías de Igualdad de las comunidades autónomas, con el objetivo de apaciguar el creciente malestar interno.
La cita, encabezada por Pilar Bernabé, secretaria de Igualdad del PSOE y delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, se desarrolló bajo un hermetismo absoluto por parte de la dirección nacional. Orgánicamente, ya no hay margen de actuación contra Salazar, y desde las federaciones del PSOE expresaron su indignación por la protección brindada al que fue asesor de Pedro Sánchez por parte de la responsable de Organización, Rebeca Torró, y de la vicesecretaria general del PSOE y líder de los socialistas andaluces, María Jesús Montero.
"No sé a qué juega nuestro partido. Tendrían que haber actuado desde el minuto cero", reprochan estas mismas fuentes, que lamentan que las víctimas hayan sido mantenidas en silencio tras formalizar sus denuncias a través de los canales internos del partido.

