Al menos por las pruebas(+)
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Al menos por las pruebas(+)
Enviado por nalp el día 11 de Abril de 2013 a las 19:24
fehacientes que se pueden constatar con pelos y señales a través de los medios el declive
de decencia en la izquierda fascista del Psoe va en aumento a pasos agigantados. Lo que
se ha visto hoy en el circo del Parlamento no admite dudas. Nada menos que desde sus
asientos aplauden a los insultos que desde la tribuna de invitados les dirigen a
parlamentarios del PP, y por algo, como son esas participaciones preferentes, que se
inició durante la última legislatura fascio-socialista. Lo que resulta también chocante es
la pasividad de la gente del PP a la hora de poner los puntos y comas sobre el asunto. No
creo que cueste tanto pedir la presencia del anterior presidente del Gobierno, el
fracasado Zapatero, y la de su ínclito ministro de economía y hacienda, Pedro Solbes,
para que den explicación detallada sobre la materia. Lo visto hoy demuestra una vez más
que no hay un solo juez que pida, de oficio, explicaciones sobre el particular. Lo cierto y
triste es que el común, o gran parte, se va quedando con estas escenas que desfiguran y
falsean nuestra historia contemporánea, la más reciente.
de decencia en la izquierda fascista del Psoe va en aumento a pasos agigantados. Lo que
se ha visto hoy en el circo del Parlamento no admite dudas. Nada menos que desde sus
asientos aplauden a los insultos que desde la tribuna de invitados les dirigen a
parlamentarios del PP, y por algo, como son esas participaciones preferentes, que se
inició durante la última legislatura fascio-socialista. Lo que resulta también chocante es
la pasividad de la gente del PP a la hora de poner los puntos y comas sobre el asunto. No
creo que cueste tanto pedir la presencia del anterior presidente del Gobierno, el
fracasado Zapatero, y la de su ínclito ministro de economía y hacienda, Pedro Solbes,
para que den explicación detallada sobre la materia. Lo visto hoy demuestra una vez más
que no hay un solo juez que pida, de oficio, explicaciones sobre el particular. Lo cierto y
triste es que el común, o gran parte, se va quedando con estas escenas que desfiguran y
falsean nuestra historia contemporánea, la más reciente.