Ciudades para perfectos canallas, o trampas para los "de provincias"...

Quien con ovejas pernocta, acaba balando, quien con perros ladrando, o con caballos relinchando, con burros rebuznando, y con cerdos...guarreando.

Algo debe haber pasado cuando creyendo conocer a una persona de niño y adolescente, no la reconoces en su mayoría de edad, o se ha acostado con bichos que no eran de su natural.

Por mi edad, y haber cambiado de órdenes religiosas y sedes universitarias, y encima con cierta frecuencia, cambiado de trabajo, he llegado a conocer a mucha gente de distinta condición.

Entre elloslos conocí triunfadores, perdedores, buenas y malas gentes, y roqueños, o sea que nacieron arenilla, se transformaron en piedra, luego en roca...pero siempre duros de mollera.

Pero los que nacieron normales, eran fáciles de seguir los pasos y su trayectoria posterior, nadie cambia tanto de una fase vital a otra, o al menos no cambia tanto de naturaleza.

Hay circunstancias sin embargo, que ayudan a alejarse de su ser de nativitate sus principios, y sea por el cambio de entorno, o de animales de compañía, se acaba como se caba, como nadie se hubiera esperado.

Y eso le ha pasado a algunos de mis amigos y conocidos, que se han rendido al mundo, el demonio y la carne, y esos son malos compañeros de viaje, pero a ver quien renuncia a esas porquerías.