Como no podía ser de otra manera, a vuela pluma(+)
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Como no podía ser de otra manera, a vuela pluma(+)
Enviado por nalp el día 19 de Junio de 2014 a las 19:19
podría entresacar un par de muestras del contenido de la intervención hoy del rey
Felipe VI que en mi opinión dejan entrever algo de falta de compromiso. Parece bien
eso de respetar en todo momento al poder judicial, pero entiendo que esa posición
cuadraría si el poder judicial cumpliera exactamente con los preceptos que la ley le
marca, entre otras cosas, que sea un poder independiente de los demás poderes,
sencilla y llanamente. Montesquieu no ha muerto, a diferencia de lo que dijera el
entonces fascista mayor del reino, Alfonso Guerra. Precisamente Montesquieu estimaba
que una monarquía respetuosa con los tres poderes era asimilable a una república.
Precisamente el sueño dorado de una extrema izquierda que se precie es que los tres
poderes fueran una misma cosa, y en un Estado de Derecho no es así ni de lejos, ya
que entonces estaríamos hablando de un Estado de torcido. Eché en falta alguna
referencia a esa figura del aforado y aforamiento, un agravio comparativo de muy alta
cualificación que no se adecua lo más mínimo con un Estado de Derecho y cuya
existencia también nos hace pensar en un Estado de torcido. La falta de una referencia
a estos abusos vigentes hacen pensar en cierto acomodo con irregularidades de
actualidad permanente en nuestra Democracia y que precisan de retoques urgentes y
ejemplares. Los abusos no son propios de una Estado de Derecho, más bien lo son de
un Estado de torcido.
Felipe VI que en mi opinión dejan entrever algo de falta de compromiso. Parece bien
eso de respetar en todo momento al poder judicial, pero entiendo que esa posición
cuadraría si el poder judicial cumpliera exactamente con los preceptos que la ley le
marca, entre otras cosas, que sea un poder independiente de los demás poderes,
sencilla y llanamente. Montesquieu no ha muerto, a diferencia de lo que dijera el
entonces fascista mayor del reino, Alfonso Guerra. Precisamente Montesquieu estimaba
que una monarquía respetuosa con los tres poderes era asimilable a una república.
Precisamente el sueño dorado de una extrema izquierda que se precie es que los tres
poderes fueran una misma cosa, y en un Estado de Derecho no es así ni de lejos, ya
que entonces estaríamos hablando de un Estado de torcido. Eché en falta alguna
referencia a esa figura del aforado y aforamiento, un agravio comparativo de muy alta
cualificación que no se adecua lo más mínimo con un Estado de Derecho y cuya
existencia también nos hace pensar en un Estado de torcido. La falta de una referencia
a estos abusos vigentes hacen pensar en cierto acomodo con irregularidades de
actualidad permanente en nuestra Democracia y que precisan de retoques urgentes y
ejemplares. Los abusos no son propios de una Estado de Derecho, más bien lo son de
un Estado de torcido.
Asi es(+)
Enviado por Stergano el día 19 de Junio de 2014 a las 19:23
No hay que darle mas vueltas.
Gracias por el aporte
Saludos
Gracias por el aporte
Saludos
Respondiendo a... Asi es(+)
Enviado por nalp el día 19 de Junio de 2014 a las 19:44
Entiendo que las muestras que expongo, entre
otros igual de relevantes, están en el ánimo de
muchos, incluso puede ser que hasta de una
mayoría respetable. Lo cierto es que se echa en
falta que se produzca una petición por los cauces
legales previstos, pero no estamos por la labor.
Está claro que, por fortuna, tampoco estamos por
ejercer la violencia de eso que se ha dado en
llamar "escraches", Dios nos libre. Pero, caramba,
creo que a los representantes oficiales del estatus
político se le podría ocurrir, al menos como
testimonio.
otros igual de relevantes, están en el ánimo de
muchos, incluso puede ser que hasta de una
mayoría respetable. Lo cierto es que se echa en
falta que se produzca una petición por los cauces
legales previstos, pero no estamos por la labor.
Está claro que, por fortuna, tampoco estamos por
ejercer la violencia de eso que se ha dado en
llamar "escraches", Dios nos libre. Pero, caramba,
creo que a los representantes oficiales del estatus
político se le podría ocurrir, al menos como
testimonio.