Cuestión de dignidad.
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Cuestión de dignidad.
Enviado por Casio el día 25 de Abril de 2013 a las 13:50
Es de cajón que España no puede vivir con estos porcentajes de paro juvenil, esta cantidad de hogares sin que nadie trabaje, y estas cifras horripilante todas, que eludo comentar.
El remedio como es lógico no es de recetario de cocina, ni va a ser nuestro eterno maestro armero el que nos diga como paliarlo.
Pero si se levanta un poco la vista de los numeracos, las estadísticas y los votos que hacen seguir viviendo del chollo a esta casta infausta, algo se nos puede ocurrir.
A mí se me ocurre, que la dignidad puede ser un valor en alza, después de tanto tiempo de subvenciones, el pan para hoy y hambre para mañana, el mangoneo, el trile...
Hay que dignificar a la población, y eso se consigue dándoles un trabajo en el que ellos aporten para la sociedad, y no tengan que mendigar un plato caliente.
Eso que parece difícil no lo es tanto, si se hace una separación de la simiente de las malas hierbas, y eso sí comporta voluntad política, valentía y verguenza torera del gobierno.
No pueden convivir manzanas podridas y manzanas recien cogidas en el mismo cesto, y desde luego no podemos dejar a nuestros hijos fuera del reparto, y dentro a foráneos.
La nación no es una ONG, ni para otros necesitados, ni para vagos y maleantes, ni desde luego para personas que pretenden vivir de lo no productivo a costa de los demás.
Empezando por el personal "institucional", al que hay que optimizar al máximo, a vagos y maleantes, a los que necesitamos reducir al mínimo posible, hay que redistribuir riqueza.
Necesitamos empresarios, que vean pagados sus esfuerzos, creen riqueza y puestos de trabajo, y ellos ganen para invertir, y no necesitamos triperos que hasta las vísceras quieren.
Hay que quitar frenos a nuestra sociedad, ayudar a su despegue, y contar con la población que así lo quiera, pagando su aportación y devolviéndole su dignidad.
El remedio como es lógico no es de recetario de cocina, ni va a ser nuestro eterno maestro armero el que nos diga como paliarlo.
Pero si se levanta un poco la vista de los numeracos, las estadísticas y los votos que hacen seguir viviendo del chollo a esta casta infausta, algo se nos puede ocurrir.
A mí se me ocurre, que la dignidad puede ser un valor en alza, después de tanto tiempo de subvenciones, el pan para hoy y hambre para mañana, el mangoneo, el trile...
Hay que dignificar a la población, y eso se consigue dándoles un trabajo en el que ellos aporten para la sociedad, y no tengan que mendigar un plato caliente.
Eso que parece difícil no lo es tanto, si se hace una separación de la simiente de las malas hierbas, y eso sí comporta voluntad política, valentía y verguenza torera del gobierno.
No pueden convivir manzanas podridas y manzanas recien cogidas en el mismo cesto, y desde luego no podemos dejar a nuestros hijos fuera del reparto, y dentro a foráneos.
La nación no es una ONG, ni para otros necesitados, ni para vagos y maleantes, ni desde luego para personas que pretenden vivir de lo no productivo a costa de los demás.
Empezando por el personal "institucional", al que hay que optimizar al máximo, a vagos y maleantes, a los que necesitamos reducir al mínimo posible, hay que redistribuir riqueza.
Necesitamos empresarios, que vean pagados sus esfuerzos, creen riqueza y puestos de trabajo, y ellos ganen para invertir, y no necesitamos triperos que hasta las vísceras quieren.
Hay que quitar frenos a nuestra sociedad, ayudar a su despegue, y contar con la población que así lo quiera, pagando su aportación y devolviéndole su dignidad.