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Entre huelgas de basureros y quincemeadas, a los madrileños la izquierda los está tomando por el pito del sereno.

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Entre huelgas de basureros y quincemeadas, a los madrileños la izquierda los está tomando por el pito del sereno.
Enviado por Hefesto el día 13 de Noviembre de 2013 a las 20:07
¿Basura? ¿Se podría hacer extensivo el término para el montaje empresarial por el que la
UGT llena sus arcas a costa de las infladas facturas de los cursos de formación? Se
podría, pero me parece que una cosa es poder y otra querer para los adictos a la
agitación y propaganda, al "nunca mais" y a la estrategia de la tensión cuando todo lo
demás falla, antes que a la limpieza de la cosa pública. UGT despide un hedor que es
natural quiera disimular entre mondas, compresas y cabezas de marisco (con perdón; la
alusión a la mariscofilia socialista no fue intencional) pero muy despistado o muy
perturbado tendría que estar el ciudadano-rehén para no percibir que, entre tanta
porquería, los euros que se le caen de los bolsillos contribuyen a la "lucha final" de
liberados sobrecogedores y dirigentes sobrecogidos. Lo cierto es que los sufridos
madrileños, después de dos años de pasar por todo tipo de manifestaciones y
contubernios político-periodísticos, tienen la desventura de ser rompeolas de las españas
hasta cuando la marea viene cargada de mierda sindical.
http://www.elmundo.es/espana/2013/11/13/5282b86963fd3dc2218b456a.html
http://www.abc.es/espana/20131029/abci-corrupcion-201310282108.html
¿Basura? ¿El día en que el chapapote del Prestige ha caído sobre la pechera de cuantos
en aquellas fechas del 2002 enarbolaron el "nunca mais" como perfecta consigan de agit-
prop? Lo cierto es que los sindicatos madrileños están tratando de hacerle el juego al
tambaleante P. con la connivencia de los consabidos apoyos mediáticos haciendo carne
de cañón de los ciudadanos madrileños; y no hay prueba más clara de esto que las
declaraciones del responsable mayor de UGT que, al hablar de la huelga, se dedicó a
atacar a la "política pepera" sin hacer la menor mención a reivindicaciones laborales. A
falta de un Prestige con qué explotar la incomodidad y la indignación popular a dos años
de las elecciones y necesitados de "crear tensión" (¡ay, don Iñaki: ¡qué tiempos
aquellos!) para que la falta de alternativas quede bien escondida tras la algarada y la
consigna, ¿qué mejor que montar un chapapote en las calles de Madrid? Todo para que,
al final, quede demostrado que el PP fuera víctima más que actor de aquel desastre
marítimo y que los ciudadanos fueron utilizados como rehenes de una estrategia de
manipulación emocional para propiciar la llegada de un desastre aún mayor: el fatídico
ZP.