Menú

Hacia una nueva ideología....++

Los foros están cerrados. Se mantienen los mensajes para su consulta.

Hacia una nueva ideología....++
Enviado por sergeidu el día 15 de Febrero de 2012 a las 17:55
La negociación colectiva es quizá lo menos libertario que ha podido parir España. Pese a
lo que pueda pensar la izquierda, profundiza en los problemas que vio Marx, respecto al
trabajo, hasta las últimas consecuencias, y coloca al trabajador, obrero, proletario, a la
altura de la maquinaria. De hecho, más allá de la alienación propia de la división del
trabajo que entrevió Marx, la negociación colectiva, producto fascista, es el resultado de
hacer responsable al empresario ante el Estado de la producción.

Digo esto porque la diferenciación entre izquierda y derecha solo es entendible desde el
posicionamiento económico del agente defensor de la postura; pero no desde el punto
de vista ideológico. Puesto que los sindicatos se benefician de negociar defienden la
negociación; aunque realmente sea un veneno para el trabajador.

¿Por que?. En el mundo postmoderno el trabajador no es como en el s. XIX. Particpa
socialmente del consumo y sus creatividades durante la jornada laboral tienen que ver
con sus potencialidades y su remuneración. El capitalismo, desde que fuera dulcificado
por Keynes vive del consumo, y esa es una realidad que el mundo neocon no ha podido
soslayar.

Esto exige una explicación; simple y llana. El comunismo solucionaba la lucha de clases
eliminando a una y proclamando la dictadura del proletariado; el fascismo eliminaba la
misma lucha haciendo responsable al empresario ante el Estado de la producción
nacional, para lo cual le dotaba de instrumentos, entre otros de la posibilidad de
negociar con los obreros sus remuneraciones.

Acabada la segunda guerra mundial el liberalismo norteamericano, bajo el influjo del
predecesor Keynes, unifica las clases sociales a través del consumo; empleados y
empleadores consumen y a través del mismo se alcanza la felicidad; vivan los sesenta y
las crisis cíclicas, pero todo el sistema actual postmoderno se fundamenta en esa
realidad.

Dicho esto, ¿cómo puede librarse el trabajador de su alieniación productiva en el mundo
actual?. La socialdemocracia ha respondido a esta cuestión mediante el Estado de
Bienestar y en los últimos años mediante el progresismo, que no es otra cosa que
ciertas ideas sectoriales que inciden en la democratización de los valores éticos
tradicionales.

No quiero entrar a valorar las corrupciones de la izquierda porque, sinceramente, no
creo que pasen a la historia, y este análisis trata de ser serio.

Todo ello es válido en tanto en cuanto el sueño de libertad progresista pueda ser
sufragado económicamente. Solo que en este momento no lo es. Y no lo va a ser
durante al menos una década. Ello no cambia el paradigma económico que se
fundamenta en el consumo.

La pregunta que hay que hacerse es hacia dónde debe pensar el trabajador. Es la
pregunta más importante; cómo puede desalienarse; cómo puede conseguir una vez
más superar la lucha de clases.

La respuesta viene, como en una mala película, de un final en que las piezas se juntan
solas. La sociedad de la información iguala las capacidades potenciales de las personas
en el plano productivo. Hoy en día el hijo de un obrero puede ser ingeniero sin mayores
dificultades. Y ahí está el secreto. Y la cita que algún día alguien pueda hacer de
sergeidu, el resumen de toda mi estancia en este foro:

"El trabajador supera la división del trabajo mediante su propia patrimonialización de
sus capacidades productivas".

Ese es todo el secreto, la mayor negociación colectiva que pueda existir se fundamenta
en el mercado que fija el precio de algo entre la oferta y la demanda. Conseguir que un
trabajador tome conciencia de que su obra se precia; es decir, se le pone precio,
supone que cada trabajador es empresario de su propia trayectoria vital.

Ello supone un camino difícil; con un 25 % de paro efectivo la oferta y la demanda están
realmente descompensadas, pero la liberalización de los recursos productivos, en este
caso de la fuerza laboral harán, poco a poco, que el paro descienda fijando un precio.

Y en ese momento el trabajador, empezando de cero podrá negociar su propio producto
con el empleador; y la conciencia propia de su valor es la superación de toda lucha de
clases.

A todo empresario, eso lo se bien, le interesa que los índices de paro sean elevados. El
trabajo vale menos, digan lo que digan los convenios colectivos. Solo liberando los
recursos y esperando un tiempo prudencial el empresario deberá empezar a pagar por
cada pieza un precio diferente. Un buen trabajador vale más. Y la autoafirmación del
propio valor es toda desalienación.

La nueva ideología es transformar trabajadores en ciudadanos, individuos en personas.

Saludos
Excelente artículo. Saludos
Enviado por speeds3 el día 15 de Febrero de 2012 a las 18:02
arriba"
Enviado por speeds3 el día 16 de Febrero de 2012 a las 15:30
Yo lo que planteo es la no-ideología...(+)
Enviado por Nicer el día 15 de Febrero de 2012 a las 18:16
En otro orden de cosas, está claro que el número importa en las "negociaciones", por lo que evidentemente se hará más caso a 1000 trabajadores unidos en pedir lo mismo, que a 10.

Ahora bien, esa imposición totalitaria, de por cojones, crear una o dos organizaciones ideológicas a las que obligatoriamente se ha de adherir uno, y si no da igual, porque negocian por ti, aunque no te representen ni tengan ni puta idea de lo que pide un profesional. Aun más, no solo ganan por cada negociación un pastizal como apunta usted, si no que están anclados al presupuesto público, del que maman sin cesar para lo que sea menester, bajo la forma demoníaca del palabro "subvencion".

Oigan, sindicalistas ideológicos de mierda, negociación sí, y colectiva puede que hasta también, pero yo elijo con quien me asocio para negociar, yo elijo mi representante, y yo me lo pago con mis cuotas.

Todo lo demás es un atraco a mano armada de la izmierda.

Otro día hablamos del tema de la "negociación", porque no existe tal negociación.

Un saludo.
Sr. Nicer...++
Enviado por sergeidu el día 15 de Febrero de 2012 a las 18:29
Los sindicatos, como tal, están fuera de la realidad,
por eso amagan con huelgas incapaces de llevar, a
día de hoy a buen término.

No me preocupan.

Lo que sí me preocupa, y mucho, es la cantidad de
personas, trabajadores, que se han olvidado de sí
mismos y de su diálogo imperativo con la realidad y
que en vez de eso se han acostumbrado a hablar
con el Estado.

No, no está mal escrito el párrafo anterior, es
sencillo de comprender. Un trabajador tiene
derechos, o eso le han dicho. Y se lo cree. Así que
en su posición vital hay un árbitro hay un árbitro
imaginario que se llama Estado o simplemente
ideología y que es ajena al mercado.

Llegado el tiempo se olvida de sí mismo y de sus
capacidades reales y negocia con el empresario e
incluso con el mercado si está en paro, bajo
parámetros imaginarios. ¿Qué más quiere el
empresario?.

Lo que yo propongo en el hilo inicial es subversivo,
más de lo que puede parecer.

¿Cree realmente usted que un trabajador español
es menos productivo que uno alemán?. Yo le digo
que sus potencialidades son iguales. No por nacer
en Munich se trabaja mejor que en Albacete. El
problema no está en la capacidad, sino en la
conciencia propia.

No hay que hablar con el Estado; hay que hablar
con el empleador. No hay que prefijar el propio
valor; hay que hacerse valer, vitalmente.

Todo implica un cambio sustancial de todas la
sociedad, no solo laboralmente, sino en los planos
educativos. Usted es dueño de usted mismo; usted
vale su propia cotización.

El hombre ciudadano habla de igual a igual al
empleador; sin necesidad de intermediarios.

Saludos
Si, claro, es que lo que tiene bemoles es que hablen de tu trabajo dos interlocutores inválidos completamente: unos sindicatos que no te representan y que son extraños y un Estado. Es para flipar en colores, vamos. Y es que yo...(+)
Enviado por Nicer el día 15 de Febrero de 2012 a las 19:03
ya daba por supuesto que se me entendía que cuando hablaba de negociación, esta es entre las dos partes válidas, es decir, entre los dos interesados: el empleado y el empleador.

Al Estado como mucho, le es exigible que haga cumplir la Ley a los dos interlocutores válidos anteriores. Y hasta promover la creación de leyes, pero solo por jurisprudencia o cuando empleados y empleadores decidan unas reglas del juego....Así es por ejemplo gran parte de la normativa que me afecta como profesional de la construcción allí: el 90% es jurisprudencia.
Mal vamos, sr Sergeidu
Enviado por kie el día 15 de Febrero de 2012 a las 18:28
"La negociación colectiva, producto fascista..."

Por poner algunos ejemplos, (en España):

Ley de Descanso Dominical de 1904.

Real Orden de 26 de junio de 1907, que autorizaba la celebración de convenios con eficacia personal general entre representaciones paritarias de clase o, en su defecto de asociaciones o sindicatos, a través de asambleas de trabajadores y de empresarios convocadas por la alcaldía correspondiente.

Ley de Jornada de la Dependencia Mercantil de 1918, que admitía pactos colectivos sobre la materia entre gremios patronales y asociaciones o sindicatos de dependientes de comercio.

El Real Decreto de 3 de abril de 1919 sobre jornada máxima de ocho horas.

El Real Decreto de 3 de abril de 1919 sobre trabajo nocturno en la industria panadera, que establecía como instrumento de determinación de la jornada de trabajo en el sector, el acuerdo colectivo entre los fabricantes de pan, estuvieran o no agremiados, y sus trabajadores.


Nacimiento del fascismo (en Italia). 1920.

Con ello pretendo demostrarle que previamente "a", ya existía "el".

No entiendo el significado concreto de: "empleados y empleadores consumen", como nexo de unión. En los tiempos feudales, señores y vasallos también consumen.

Esta aseveración la vuelvo a entender menos, por falta de realidad práctica. "Y en ese momento el trabajador, empezando de cero podrá negociar su propio producto con el empleador".

La falta de realidad práctica deriva de que la mayor parte de los países desarrollados establecen la existencia de salarios mínimos. La mayor parte de páíses desarrollados deben entender que no es posible negociar el precio del producto cuando debe garantizar la existencia de un mínimo precio.

Y no es posible por algo que ud mismo ha indicado: la desproporcionalidad entre oferta y demanda. Añadir a esto, que ud no ha incluido en esta desproporcionalidad la glozalización laboral (deslocalización), y ha ceñido las diferencias de un 25% (entiendo que a grosso modo) a un mercado netamente interior, de empresarios españoles vs mano de obra española.

La realidad que se demuestra (vease China, Taiwan, India,...) es que la diferencia es mucho mayor. Empresas nacionales deslocalizadas vs mano de obra internacional.

¿Nueva ideología? Viejos tiempos, más bien.

Un saludo
No sr. Kie, y me apena de usted...++
Enviado por sergeidu el día 15 de Febrero de 2012 a las 18:36
porque pensé que lo entendería.

Viejos tiempos es hablar de clases; nuevos tiempos
es hablar de personas.

Es evidente que el camino va a ser muy duro, pero
la igualación de la oferta y la demanda, desde la
posición de un 25 % de paro fijará un precio muy
bajo, durante años el precio será menor que el
salario mínimo.

Pero seamos claros, un obrero cualificado en
España es infinítamente más productivo que uno
chino (su deslocalización). Su experiencia y
preparación marcarán un precio, con suficiente
tiempo muy superior, no solo al salario mínimo,
sino al mileirismo.

Saludos
Veo que el problema vuelve a ser lingüístico, sr Sergeidu
Enviado por kie el día 15 de Febrero de 2012 a las 18:51
Yo no hablo de clases, sino simplemente de intereses.

El salario está en la columna de ingresos del empleado y en la columna de gastos del empleador.

El interés legítimo de cada uno en ese aspecto es contrapuesto. No se trata de inventar nada.

Mucho me temo, sr Sergeidu, que la experiencia y la preparación quedan reducidos a un colectivo escaso de puestos de trabajo. Si me apura, y visto el mercado español, y la evolución del mismo, disponemos de un mercado laboral por encima de 50 muy experto, pero poco preparado (las condiciones de su juventud obligaban), y un colectivo de menos de 30 muy preparado (estudian muuucho, con masters del universo y todo) y totalmente inexperto.

Seamos claros. Ganar experiencia es un proceso más natural y menos traumático que ganar preparación. La experiencia se gana con el paso del tiempo y la preparación con algo tan antinatural como la formación intelectual.

Al margen de coste entre el primero y el segundo, es evidente (y aquí me pongo en su piel, por ejemplo, de empresario) que el potencial de un joven inexperto bien preparado es muy superior al de un maduro experto mal preparado. Del tiempo en la obtención de resultados, ya ni hablamos.

Su hija aprenderá a hacer el desayuno para todos ustedes mucho antes de que ud (y eso que es ud), aprenda de memoria todos los pantanos que haya en su Comunidad.

Su mente está menos castigada y es más receptiva a nuevos aprendizajes.

Sr Sergeidu. El salario no puede ser el problema cuando países europeos garantizan mayores salarios mínimos que los nuestros. Si la ganancia de competitividad en el precio del producto se pretende lograr mediante la vía de la reducción del coste del producto, que no de la mejora ni la tecnificación del mismo, enhorabuena.

Este es el camino, sin duda.

Pero creo que ya lo dije una vez. Nunca me verá a mí defender que un salario mínimo, unas vacaciones, o un horario de 40 horas es por el bien del empresario. Son evidentes y mínimas defensas del asalariado.

Por favor, no pretendan contarme, cuando es al contrario que es por mi bien. Yo acepto que son defensas para el empresario (y no califico que sean de mala fe) y punto. Pero la sorna de ir hacia una nueva ideología nos la podemos ahorrar.

Yo siempre lo he dicho, y no es por una cuestión de clases. Cuando la chacha piense igual que la señora, teniendo ambas intereses contrapuestos, debe hacérselo mirar.

Un saludo
Muchos muevos tiempos,nuevas ideas
Enviado por asurbani el día 15 de Febrero de 2012 a las 19:10
y,sin embargo,el problema siempre va a ser el mismo: la persona que trabaja produce más de lo que cobra,es rentable a la persona que le da el trabajo, por tanto con el fruto de su trabajo nunca podrá consumir todo lo que produce.

Los beneficios que genera,acaban produciendo excedentes que acaban produciendo la crisis cíclica del viejo sistema.

Un saludo
Y una vez hecha la proeza,
Enviado por asurbani el día 15 de Febrero de 2012 a las 19:04
¿En qué los empleamos?
Y le digo más,amigo segei,no estaría más cambiar el proceso y primero creamos el empleo necesario y luego al empleado trabajador le proponemos que si quiere mejorar como persona o está bien como gregario. Se evoluciona más fácilmente con el estómago lleno y las facturas al día.

Un saludo
Un alto nivel de paro, crea en una porción bastante alta de la población, una sensación de salvese el que pueda y como pueda. De la que siempre hay quien se beneficia. ++
Enviado por Caba el día 16 de Febrero de 2012 a las 16:44

Esto es indudable y más los que pueden seguir ejerciendo su actividad de forma normal y pueden reducir gastos en algunos conceptos.

Ahora bien, para que cada trabajador pudiera negociar por si mismo y sin níngun intermediario se tendría que dar el pleno empleo.

Y tendrían que cambiar los procesos productivos, que aún los hay en que muchas personas ejercen actividades de igual cualificación.

Un saludo
Sí sr. Caba...++
Enviado por sergeidu el día 16 de Febrero de 2012 a las 18:00
lo ideal sería partir de una base de pleno empleo,
sino total sí sectorial.

Por eso digo que el proceso será lento y costoso,
pero la tendencia ha de ser esa precisamente.

El cambio social propuesto es tan radical como
incompatible con actuaciones bochornosas que
hemos visto de gobiernos de todo signo, vendiendo
a la clase media por beneficiar a mamuts
paternalistas y enfermos.

Saludos
La clase media con fornmas de ganarse la vida independiente, no interesa a nadie. Me refiero a partidos políticos y grandes sectores que controlan las finanzas ++
Enviado por Caba el día 16 de Febrero de 2012 a las 22:58

y en este último me refiero también, a los que controlan los ahorros de cientos de miles de pequeños ahorradores a traves de fondos de inversión planes de pensiones y las inversiones de los pequeños accionistas de las compañias de la bolsa.

Lo digo para dejar claro que no me refiero solo a los que poseen un gran capital patrimonial solamente.

Si se ha destruido, o se ha dejado muy tocada esa parte de la sociedad, no creo que sea para crear otra parecida.

Tal vez vayamos hacía otra, que no se si sera mejor o peor, de otro tipo de relaciones laborales, en que, los empleos serán en teoría más independientes. Empleados no obstante de grandes compañias, que ya no concentraran, miles de empleados en una factoría, o en unas oficinas, si no que trabajaran por su cuenta y riesgo para la gran firma.

De consolidarse esta nueva estructura, dónde más se notará será en los servicios y en el comercio.
Las concentraciones alrededor de los grandes centros comerciales, serán los que acaparen la mayor actividad.

Un saludo
Lo malo es que este "nuevo" trabajador liberado de la ideologìa tendrà que competir por los puestos y quedarà de hecho convertido en una pieza de usar y tirar en manos del empresario.
Enviado por Tarracon el día 16 de Febrero de 2012 a las 19:14