Hasta aquí he aguantado la película.
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Hasta aquí he aguantado la película.
Enviado por Casio el día 4 de Enero de 2013 a las 23:05
He tratado de ver, oir y digerir, algo dèjá vu, algo que esperaba ver, oir y deglutir, que digerir es otra cosa, en ese programa que nos han endilgado hoy en informe semanal.
Y lo mismo que la palabra era en el principio…”In principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum.” (Evangelio de San Juan), pero la importancia para mí, no está en la mera palabra, si no en la “credibilidad”.
Obras son amores y no buenas razones, dice nuestro “refranario”, y me da la sensación, que esa clave es la tecla disonante de los discursos que ahí se hicieron, cuando el dulzor del arrope, se debe al espesor del azúcar, o es que a alguno le agrada mucho el dulce, o es que no tiene diabetes.
Claro que todos, o casi, acogimos el cambio con ilusión, eran ganas de conocer algo nuevo, era curiosidad por saber que era la libertad, no la que cada uno se había tomado por su cuenta, si no esa que se proclamaba en “El ruedo ibérico”, o en las obras de Van der Meersch, o de Sartre.
Era el deseo de cambiar el aroma del Varón Dandy, por el del eau de rochas pour homme, o el del acua di selva de Víctor, era ponerse de forma natural un chemise lacoste, llevar el pelo largo, oir a Beatles o Rolling stones, ponerse el azul Mahón por que sentaba bien, mas que por uniforme.
Y desde luego no se puede hablar desde la atalaya del elitismo intelectual, desde el que hablaban los “contertulios”, ese …todo por el pueblo , pero sin el pueblo, propio del nepotismo ilustrado, y vender la idea, de que todos teníamos la misma motivación y el mismo fin con el cambio.
Eso es tan falso como los duros de Cái, no señores, unos deseaban la libertad y el conocimiento de otras culturas que se veían lejanas, otros deseaban una oportunidad de volver a comenzar con la descomposición de la nación, otros a que “diera la vuelta la tortilla”, y otros para seguir trincando.
Ca uno es ca uno, y ca uno ha tenido un “patio de su abuela” donde ha ido conformando su personalidad, una posición social desde donde ver el prisma de este poliedro nacional, y unos orígenes, unos entornos , incluso una genética, que nos hizo tomar una u otra elección.
Y lo mismo que la palabra era en el principio…”In principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum.” (Evangelio de San Juan), pero la importancia para mí, no está en la mera palabra, si no en la “credibilidad”.
Obras son amores y no buenas razones, dice nuestro “refranario”, y me da la sensación, que esa clave es la tecla disonante de los discursos que ahí se hicieron, cuando el dulzor del arrope, se debe al espesor del azúcar, o es que a alguno le agrada mucho el dulce, o es que no tiene diabetes.
Claro que todos, o casi, acogimos el cambio con ilusión, eran ganas de conocer algo nuevo, era curiosidad por saber que era la libertad, no la que cada uno se había tomado por su cuenta, si no esa que se proclamaba en “El ruedo ibérico”, o en las obras de Van der Meersch, o de Sartre.
Era el deseo de cambiar el aroma del Varón Dandy, por el del eau de rochas pour homme, o el del acua di selva de Víctor, era ponerse de forma natural un chemise lacoste, llevar el pelo largo, oir a Beatles o Rolling stones, ponerse el azul Mahón por que sentaba bien, mas que por uniforme.
Y desde luego no se puede hablar desde la atalaya del elitismo intelectual, desde el que hablaban los “contertulios”, ese …todo por el pueblo , pero sin el pueblo, propio del nepotismo ilustrado, y vender la idea, de que todos teníamos la misma motivación y el mismo fin con el cambio.
Eso es tan falso como los duros de Cái, no señores, unos deseaban la libertad y el conocimiento de otras culturas que se veían lejanas, otros deseaban una oportunidad de volver a comenzar con la descomposición de la nación, otros a que “diera la vuelta la tortilla”, y otros para seguir trincando.
Ca uno es ca uno, y ca uno ha tenido un “patio de su abuela” donde ha ido conformando su personalidad, una posición social desde donde ver el prisma de este poliedro nacional, y unos orígenes, unos entornos , incluso una genética, que nos hizo tomar una u otra elección.
Lo peor ha sido la constatación y de elo no se ha hablado, de que para cada uno efectivamente la libertad era una cosa. ++
Enviado por Caba el día 4 de Enero de 2013 a las 23:25
y que para muchos finalmente les parece que es un mero formalismo.
Un saludo
Un saludo
Esa pluralidad de visiones y perspectivas (buenas, malas y regulares), se dan hasta en la mejores familias, sr. Casio ++
Enviado por quejio el día 5 de Enero de 2013 a las 00:04
Solo que en muchos de ellos conviven en equilibrio, bajo un denominador común que es la patria y sin renunciar a sus principios sociales.
Se someten a la democracia, a la representación de mayorías que administran y minorías que se oponen y no solo es respetado por todos, sino que hasta el último gato le parecería una profanación que la minoría intentara imponerse mediante medios espurios.
Así progresan y se libran de la corrupción, de la traición, del abuso, de la descomposición social y pueden vivir una vida digna del ser humano.
Saludos
Se someten a la democracia, a la representación de mayorías que administran y minorías que se oponen y no solo es respetado por todos, sino que hasta el último gato le parecería una profanación que la minoría intentara imponerse mediante medios espurios.
Así progresan y se libran de la corrupción, de la traición, del abuso, de la descomposición social y pueden vivir una vida digna del ser humano.
Saludos
Un entrevistado y un entrevistador merengones. st
Enviado por piocastr el día 5 de Enero de 2013 a las 01:09