La fábula de los conejos provocadores
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La fábula de los conejos provocadores
Enviado por pancho el día 29 de Abril de 2013 a las 17:29
En la profunda memoria de un tierno infante habitaban una familia de conejos junto a
una manada de lobos.
Los lobos declararon que no les gustaba la forma de vida de los conejos. (Los lobos
estaban fascinados con su propia forma de vida, porque era la única manera de vivir.)
Cierta noche algunos lobos murieron en un terremoto y de esto fueron culpados los
conejos, ya que es bien sabido que los conejos golpean con sus patas traseras el suelo
y ocasionan terremotos. Otra noche uno de los lobos fue muerto por un rayo y de esto
también se culpó a los conejos, ya que es bien sabido que quienes lechuga comen,
rayos provocan. Los lobos amenazaron con civilizar a los conejos si no se comportaban,
y los conejos decidieron marchar hacia una isla desierta. Pero los demás animales, que
vivían a cierta distancia, los regañaron hasta la humillación. "Deben quedarse donde
están y ser valientes. Éste no es un mundo para escapistas. Si los atacan los lobos,
nosotros vendremos en su ayuda, con toda probabilidad."
Así que los conejos continuaron con su vida al lado de los lobos y un día hubo una gran
inundación donde se ahogaron muchísimos lobos. De esto fueron culpados los conejos,
ya que es bien sabido que quienes zanahorias roen, inundaciones causan, especialmente
si además tienen las orejas largas. Los lobos descendieron sobre los conejos, por su
propio bien, y los encerraron en una oscura cueva, por su propia protección. Cuando
nada se supo de los conejos luego de algunas semanas, los demás animales exigieron
saber qué les había pasado. Los lobos contestaron que los conejos habían sido comidos
y como habían sido comidos el asunto permanecía como puramente interno. Pero los
demás animales advirtieron que podrían unirse en contra de los lobos a menos que se
diera una razón para la destrucción de los conejos. Así que los lobos les dieron una.
"Estaban tratando de escapar", dijeron los lobos, "y como ustedes saben, éste no es un
mundo para escapistas."
Moraleja: "No marches: CORRE hacia la más cercana isla desierta"
James Thurber
una manada de lobos.
Los lobos declararon que no les gustaba la forma de vida de los conejos. (Los lobos
estaban fascinados con su propia forma de vida, porque era la única manera de vivir.)
Cierta noche algunos lobos murieron en un terremoto y de esto fueron culpados los
conejos, ya que es bien sabido que los conejos golpean con sus patas traseras el suelo
y ocasionan terremotos. Otra noche uno de los lobos fue muerto por un rayo y de esto
también se culpó a los conejos, ya que es bien sabido que quienes lechuga comen,
rayos provocan. Los lobos amenazaron con civilizar a los conejos si no se comportaban,
y los conejos decidieron marchar hacia una isla desierta. Pero los demás animales, que
vivían a cierta distancia, los regañaron hasta la humillación. "Deben quedarse donde
están y ser valientes. Éste no es un mundo para escapistas. Si los atacan los lobos,
nosotros vendremos en su ayuda, con toda probabilidad."
Así que los conejos continuaron con su vida al lado de los lobos y un día hubo una gran
inundación donde se ahogaron muchísimos lobos. De esto fueron culpados los conejos,
ya que es bien sabido que quienes zanahorias roen, inundaciones causan, especialmente
si además tienen las orejas largas. Los lobos descendieron sobre los conejos, por su
propio bien, y los encerraron en una oscura cueva, por su propia protección. Cuando
nada se supo de los conejos luego de algunas semanas, los demás animales exigieron
saber qué les había pasado. Los lobos contestaron que los conejos habían sido comidos
y como habían sido comidos el asunto permanecía como puramente interno. Pero los
demás animales advirtieron que podrían unirse en contra de los lobos a menos que se
diera una razón para la destrucción de los conejos. Así que los lobos les dieron una.
"Estaban tratando de escapar", dijeron los lobos, "y como ustedes saben, éste no es un
mundo para escapistas."
Moraleja: "No marches: CORRE hacia la más cercana isla desierta"
James Thurber