Lo triste de todo este dinero que las empresas tiene que poner encima de la mesa, para conseguir contratas y normas favorables, es que seguro que tienen que pagar a todos los que tiene poder, lo pueden tener, tanto central como local.
Enviado por McAlvar el día 17 de Julio de 2013 a las 20:24
Lo triste de todo este dinero que las empresas tiene que poner encima de la mesa, para conseguir contratas y normas favorables, es que seguro que tienen que pagar a todos los que tiene poder, lo pueden tener, tanto central como local.
Encarecen los precios y acaban con la competencia real, la productividad y la calidad de los productos y servicios.
Aparte de que con normas sesgadas por la corrupción, al final se lía la madeja como ahora y el que pierde no solo es quien paga impuestos, sino los que dejan de pagarlos porque pierden el empleo o tiene que cerrar su pequeño negocio o empresa. Deplorable