No me cogeréis vivo+++
Los foros están cerrados. Se mantienen los mensajes para su consulta.
No me cogeréis vivo+++
Enviado por pancho el día 16 de Julio de 2013 a las 20:18
Lo apuntaba el otro día: no estoy dispuesto a caer vivo en manos de los españoles,
cuando sea anciano e indefenso. Porque vaya país peligroso, rediós. Cómo nos
odiamos. He vuelto a comprobarlo estos días, con lo de Iraq. Observando a unos y a
otros. Porque aquí, al final, todo acaba planteándose en términos de unos y otros.
Pero es mentira eso de las dos Españas, la derecha y la izquierda. No hay dos, sino
infinitas Españas; cada una de su padre y de su madre, egoístas, envidiosas, violentas,
destilando bilis y cuyo programa político es el exterminio del adversario. Que me salten
un ojo, es la única ideología cierta, si le saltan los dos a mi vecino. A mi enemigo. Pues
quien no está conmigo, incluso quien no está con nadie, está contra mí. Y cogida en
medio, entre múltiples fuegos, está la pobre y buena gente -buena hasta que deja de
serlo- que sólo quiere trabajar y vivir. Que sale a la calle con la mejor voluntad,
dispuesta a defender con mesura y dignidad aquello en lo que cree; y que a los cuatro
pasos ve -aunque nunca lo ve a tiempo- cómo una panda de oportunistas demagogos se
apropia del grito y la pancarta. Cómo salta el ansia de degüello en cuanto hay
oportunidad, y más si el tumulto facilita la impunidad, el navajazo sin riesgo, la agresión
cobarde, el linchamiento.
Dudo que otro país europeo albergue tanta rabia y tanta violencia. Tal cantidad de hijos
de puta por metro cuadrado. Qué cosas. Aquí nadie gana elecciones por su programa
político ni por la bondad de sus líderes, sino que quien gobierna, al cabo, cae en la
arrogancia del caudillismo, pierde el sentido de la realidad y se destruye a sí mismo.
Entonces el otro partido emergente y el resto de la oposición se suman con entusiasmo
a la tarea de apuntillarlo, en una pedrea donde vale todo; incluso ensuciar y destrozar,
no sólo el respeto a este viejo y desgraciado lugar llamado España, sino también, con
irresponsabilidad suicida, los mecanismos que hacen posible la esencia misma del juego
democrático. Así ocurrió durante el desmoronamiento de aquel Pesoe víctima de su
corrupción, de la soberbia y cobardía de un gerifalte y del silencio abyecto de las
cabezas lúcidas que no osaron discrepar, renovar, adecentar. Y en la agonía de ese
partido, del que tantos esperábamos que a España no la conociera ni la madre que la
parió, entraron gozosos, a saco y con maneras bajunas que hicieron escuela, todos los
buitres de la oposición, encabezados por quienes hoy gobiernan: a la degollina fácil, y
maricón el último. Poniendo las instituciones, las reglas del juego y el sentido común en
el cubo de la basura; dispuestos a llevárselo todo por delante con tal de derribar al
enemigo, e infligiéndole a España -incluso a la idea que de España tiene la derecha- un
daño irreparable del que todavía cojea, y cuyo precio paga ahora el Pepé en sus carnes
morenas.
No puede extrañar que hoy se hayan invertido los papeles. En un lugar donde no hace
falta programa político para ganar elecciones, sino que basta con esperar el suicidio del
contrincante -o dejar que te lo acosen y maten otros, como hace el Peneuve-, la guerra
de Iraq le ha venido al Pesoe de perlas para ajustar viejas cuentas y prepararse el
futuro; y también a otras agrupaciones políticas, que habían perdido crédito por el signo
de los tiempos o por su incompetencia o estupidez, y ahora disfrutan como un cochino
en un maizal saliendo otra vez en los telediarios. Sin olvidar, por supuesto, la mala fe
histórica de varios partidos periféricos, encantados de que les dinamiten gratis y por la
cara esa España que no es la suya. Pero los comprendo. Ya me dirán ustedes de quién
cojones van a proclamarse solidarios, en este paisaje. Recuerden aquella siniestra
broma de cuando el franquismo: España, una; porque si hubiera dos, todos nos iríamos
a la otra.
No importa que las pancartas o las banderas tengan razón o carezcan de ella. Aquí,
razón, cultura, instituciones, no cuentan. Lo que importa es que llega el degüello, suena
el clarín, y lo mismo que nadie se atreve solo con el toro de la Vega, y es la chusma
enloquecida y cobarde que, armada con lanzas y hierros acuchilla mientras grita adivina
quién te dio, ahora todo cristo empalma la chaira al olor de la sangre; dispuesto, una
vez más, a llevarse por delante lo que sea, con tal de enterrar al enemigo. Todo vale,
todo es presa legítima. Y el día que al fin esto se vaya a lápida grabarán tomar por
saco, sobre nuestra: akí, tio, murio Sansón con tos los finisteos. Suponiendo -ésa es
otra- que a quien le toque poner esa lápida todavía sepa quién era Sansón. Y que sepa
escribir.
No me cogeréis vivo Artículo de Arturo Pérez-Reverte publicado en "El Semanal" el 20
de Abril de 2003 -
cuando sea anciano e indefenso. Porque vaya país peligroso, rediós. Cómo nos
odiamos. He vuelto a comprobarlo estos días, con lo de Iraq. Observando a unos y a
otros. Porque aquí, al final, todo acaba planteándose en términos de unos y otros.
Pero es mentira eso de las dos Españas, la derecha y la izquierda. No hay dos, sino
infinitas Españas; cada una de su padre y de su madre, egoístas, envidiosas, violentas,
destilando bilis y cuyo programa político es el exterminio del adversario. Que me salten
un ojo, es la única ideología cierta, si le saltan los dos a mi vecino. A mi enemigo. Pues
quien no está conmigo, incluso quien no está con nadie, está contra mí. Y cogida en
medio, entre múltiples fuegos, está la pobre y buena gente -buena hasta que deja de
serlo- que sólo quiere trabajar y vivir. Que sale a la calle con la mejor voluntad,
dispuesta a defender con mesura y dignidad aquello en lo que cree; y que a los cuatro
pasos ve -aunque nunca lo ve a tiempo- cómo una panda de oportunistas demagogos se
apropia del grito y la pancarta. Cómo salta el ansia de degüello en cuanto hay
oportunidad, y más si el tumulto facilita la impunidad, el navajazo sin riesgo, la agresión
cobarde, el linchamiento.
Dudo que otro país europeo albergue tanta rabia y tanta violencia. Tal cantidad de hijos
de puta por metro cuadrado. Qué cosas. Aquí nadie gana elecciones por su programa
político ni por la bondad de sus líderes, sino que quien gobierna, al cabo, cae en la
arrogancia del caudillismo, pierde el sentido de la realidad y se destruye a sí mismo.
Entonces el otro partido emergente y el resto de la oposición se suman con entusiasmo
a la tarea de apuntillarlo, en una pedrea donde vale todo; incluso ensuciar y destrozar,
no sólo el respeto a este viejo y desgraciado lugar llamado España, sino también, con
irresponsabilidad suicida, los mecanismos que hacen posible la esencia misma del juego
democrático. Así ocurrió durante el desmoronamiento de aquel Pesoe víctima de su
corrupción, de la soberbia y cobardía de un gerifalte y del silencio abyecto de las
cabezas lúcidas que no osaron discrepar, renovar, adecentar. Y en la agonía de ese
partido, del que tantos esperábamos que a España no la conociera ni la madre que la
parió, entraron gozosos, a saco y con maneras bajunas que hicieron escuela, todos los
buitres de la oposición, encabezados por quienes hoy gobiernan: a la degollina fácil, y
maricón el último. Poniendo las instituciones, las reglas del juego y el sentido común en
el cubo de la basura; dispuestos a llevárselo todo por delante con tal de derribar al
enemigo, e infligiéndole a España -incluso a la idea que de España tiene la derecha- un
daño irreparable del que todavía cojea, y cuyo precio paga ahora el Pepé en sus carnes
morenas.
No puede extrañar que hoy se hayan invertido los papeles. En un lugar donde no hace
falta programa político para ganar elecciones, sino que basta con esperar el suicidio del
contrincante -o dejar que te lo acosen y maten otros, como hace el Peneuve-, la guerra
de Iraq le ha venido al Pesoe de perlas para ajustar viejas cuentas y prepararse el
futuro; y también a otras agrupaciones políticas, que habían perdido crédito por el signo
de los tiempos o por su incompetencia o estupidez, y ahora disfrutan como un cochino
en un maizal saliendo otra vez en los telediarios. Sin olvidar, por supuesto, la mala fe
histórica de varios partidos periféricos, encantados de que les dinamiten gratis y por la
cara esa España que no es la suya. Pero los comprendo. Ya me dirán ustedes de quién
cojones van a proclamarse solidarios, en este paisaje. Recuerden aquella siniestra
broma de cuando el franquismo: España, una; porque si hubiera dos, todos nos iríamos
a la otra.
No importa que las pancartas o las banderas tengan razón o carezcan de ella. Aquí,
razón, cultura, instituciones, no cuentan. Lo que importa es que llega el degüello, suena
el clarín, y lo mismo que nadie se atreve solo con el toro de la Vega, y es la chusma
enloquecida y cobarde que, armada con lanzas y hierros acuchilla mientras grita adivina
quién te dio, ahora todo cristo empalma la chaira al olor de la sangre; dispuesto, una
vez más, a llevarse por delante lo que sea, con tal de enterrar al enemigo. Todo vale,
todo es presa legítima. Y el día que al fin esto se vaya a lápida grabarán tomar por
saco, sobre nuestra: akí, tio, murio Sansón con tos los finisteos. Suponiendo -ésa es
otra- que a quien le toque poner esa lápida todavía sepa quién era Sansón. Y que sepa
escribir.
No me cogeréis vivo Artículo de Arturo Pérez-Reverte publicado en "El Semanal" el 20
de Abril de 2003 -
Excelente articulo+++
Enviado por Stergano el día 16 de Julio de 2013 a las 22:04
Lo leí hace años y ya no lo recordaba.
Cambiando no mas de media docena de nombres, podría publicarse hoy de nuevo.
Saludos y gracias por compartirlo
Cambiando no mas de media docena de nombres, podría publicarse hoy de nuevo.
Saludos y gracias por compartirlo
No recuerdoq ue Pérwz reverte se exiliara u exiliase---
Enviado por Soyfierr el día 17 de Julio de 2013 a las 07:36
Vamos, vamos Soyfierr+++
Enviado por Stergano el día 17 de Julio de 2013 a las 18:16
No nos venga ahora con ese tipo de bobadas
con palabras de Stergano: excelente artículo, como la mayoría que escribe este Cartagenero-marinero. Recuerdo uno muy bueno sobre la "educación" en España.
Enviado por euterpe el día 17 de Julio de 2013 a las 10:22
con permiso: "Permitidme tutearos, imbéciles" (++)
Enviado por euterpe el día 17 de Julio de 2013 a las 10:43
"Permitidme tutearos, imbéciles
ARTURO PÉREZ-REVERTE | El Semanal - 23/12/2007
Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros.
Refraneros casticistas analfabetos de la derecha.
Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de
este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la
patética oposición. Secretarios generales de partidos
nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex
ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de
Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No
quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es
deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de
todos cuantos habéis tenido en vuestras manos
infames la enseñanza pública en los últimos veinte o
treinta años. De cuantos hacéis posible que este
autocomplaciente país de mierda sea un país de más
mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables,
que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la
Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis
inteligente, la capacidad de leer y por tanto de
comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes,
por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de
que España figure entre los países más incultos de
Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión
lectora, los colegios privados se distancien cada vez
más de los públicos en calidad de enseñanza, y los
alumnos estén por debajo de la media en todas las
materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la
sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra
ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia.
Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de
nada. Hace menos de un mes, al publicarse los
desoladores datos del informe Pisa 2006, a los
meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa
de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es
cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de
Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante
dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior
gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se
estuvieron tocando literalmente la flor en materia de
Educación, destrozando la enseñanza pública en
beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de
pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera
su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos,
ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el
País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que
ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las
reacciones oficiales, con una consejera de Educación
de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte
años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde
la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez
de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una
ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de
afirmar impávida que los datos están fuera de
contexto, que los alumnos españoles funcionan de
maravilla, que «el sistema educativo español no sólo
lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste
no ha fracasado porque «es capaz de responder a los
retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que
«los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el
sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame
que te lo comente la próxima vez que vayas a
hacerte una foto a la Real Academia Española-.
Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más
determina la educación de cada generación es la
educación de sus padres», aunque tampoco estuvo
mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en
España con un bajo rendimiento educativo, fruto del
país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera:
que después de dos mil años de Hispania
grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes
pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o
Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la
que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en
los próximos años, al fin, gracias a futuros padres
felizmente formados por tus ministros y ministras,
tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu
género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu
falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo
escolar en la mediocridad y falta de incentivo al
esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de
cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que
ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto
disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la
tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La
tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y
Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel
Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la
gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé,
Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez
Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo
Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros
analfabetos, padres o no, entre los que
generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto
más peligro tiene un imbécil que un malvado. "
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-
corso/178/permitidme-tutearos-imbeciles/
ARTURO PÉREZ-REVERTE | El Semanal - 23/12/2007
Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros.
Refraneros casticistas analfabetos de la derecha.
Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de
este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la
patética oposición. Secretarios generales de partidos
nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex
ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de
Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No
quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es
deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de
todos cuantos habéis tenido en vuestras manos
infames la enseñanza pública en los últimos veinte o
treinta años. De cuantos hacéis posible que este
autocomplaciente país de mierda sea un país de más
mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables,
que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la
Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis
inteligente, la capacidad de leer y por tanto de
comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes,
por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de
que España figure entre los países más incultos de
Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión
lectora, los colegios privados se distancien cada vez
más de los públicos en calidad de enseñanza, y los
alumnos estén por debajo de la media en todas las
materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la
sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra
ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia.
Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de
nada. Hace menos de un mes, al publicarse los
desoladores datos del informe Pisa 2006, a los
meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa
de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es
cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de
Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante
dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior
gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se
estuvieron tocando literalmente la flor en materia de
Educación, destrozando la enseñanza pública en
beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de
pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera
su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos,
ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el
País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que
ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las
reacciones oficiales, con una consejera de Educación
de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte
años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde
la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez
de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una
ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de
afirmar impávida que los datos están fuera de
contexto, que los alumnos españoles funcionan de
maravilla, que «el sistema educativo español no sólo
lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste
no ha fracasado porque «es capaz de responder a los
retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que
«los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el
sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame
que te lo comente la próxima vez que vayas a
hacerte una foto a la Real Academia Española-.
Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más
determina la educación de cada generación es la
educación de sus padres», aunque tampoco estuvo
mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en
España con un bajo rendimiento educativo, fruto del
país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera:
que después de dos mil años de Hispania
grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes
pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o
Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la
que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en
los próximos años, al fin, gracias a futuros padres
felizmente formados por tus ministros y ministras,
tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu
género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu
falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo
escolar en la mediocridad y falta de incentivo al
esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de
cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que
ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto
disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la
tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La
tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y
Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel
Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la
gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé,
Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez
Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo
Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros
analfabetos, padres o no, entre los que
generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto
más peligro tiene un imbécil que un malvado. "
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-
corso/178/permitidme-tutearos-imbeciles/