extrema izquierda socialista que gobierna por tierras hispanoamericanas se quieren
eternizar en el poder. Pero se inventan la argucia de maniobrar con la Ley, fingen que se
presentan democráticamente a unas elecciones y se creen que la mentira cuela. Cuando
no es Evo o Ivo Morales es el Gorila Rojo, y ahora, la que faltaba, Cristina, la argentina.
A esta Cristina le importa bien poco ofender a la mujer prestándose a muecas de estas.