ni Candido Mendez, ni Toxo ni ninguno de los vagos que pululan por toda España.
El problema es la ley que les permite recoger las subvenciones públicas y gastarselas como les venga en gana sin transparencia alguna.
Mientras no se eliminen esas subvenciones, tanto a los sindicatos laboralistas como empresariales, y que vivan de las cuotas de sus afiliados, no arreglaremos nada.
Saludos