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Si las Cortes "Franquistas" se hicieron, como se dice, el hara-kiri para permitir la transición.. Perdiendo poder y sueldos..!!! ¿Por qué las actuales se enrocan y ... etc?

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Si las Cortes "Franquistas" se hicieron, como se dice, el hara-kiri para permitir la transición.. Perdiendo poder y sueldos..!!! ¿Por qué las actuales se enrocan y ... etc?
Enviado por Vencido el día 5 de Junio de 2013 a las 11:00
Las Cortes Franquistas, que se adjetive como se adjetive eran aceptables y eran aceptadas por lo internacional, renunciaron a su poder, y a sus sueldos...

¿Por que las actuales no renuncian a nada? Ni en cantidad ni en sueldos,.

¿Tan antí-constitucional sería renunciar a dietas -abusivas encima- y complementos y vivir de sus sueldos¿?¿¿?¿
¿ Tanto repugna a la razón reducir el congreso a un diputado por cada 500.000 habitantes ? Pasaríamos de 350 a 79.

¿Y a un senador por provincia ? ¿ O a uno por cada medio millón de habitantes de cada autonomía ?

Pero..¿ Que se puede esperar de un "sistema" , de unos parlamentos que se fijan sus propios sueldos y horarios? ¿Se imaginan a una mujer de la limpieza que se fijara sueldo y horas?
ues ahí están votando cosas en las que forman parte... Y tan ejemplares
.......eso mismo pienso yo pero no haran nunca leyes en contra de sus propios intereses
Enviado por clic el día 5 de Junio de 2013 a las 13:41
Cospedal en su feudo ha abierto un camino. A ver si se atreven a seguirlo otros. Un saludo
Enviado por asurbani el día 5 de Junio de 2013 a las 15:25
Los franquistas se equivocaron gravemente. Estos son más listos
Enviado por speeds3 el día 5 de Junio de 2013 a las 16:22
Aquellos franquistas tenian de que vivir (profesores, tenderos.. algo hacian) Los actuales -salvo pocos- viven da ser politicos. No son otra cosa. Y al sueldo no se renuncia por la patria, por la nacion discutids y discutibles. s/t
Enviado por Komodon9 el día 8 de Junio de 2013 a las 11:28
Como resulta obvio, cualquier cambio político en el presente estado de cosas se ha de realizar sobre presupuestos distintos a los que caracterizaron la Transición.
Enviado por Hefesto el día 8 de Junio de 2013 a las 11:32
Aquel fue un proceso en el que quienes detentaban
todo el poder renunciaron a él y en el que quienes
aspiraban a asumirlo democráticamente hicieron
concesiones ideológicas que no implicaban renuncia
a intereses creados sino a ambiciones políticas
inmediatas y a maximalismos sectarios apegados a
su tradición particular. La situación actual es
completamente distinta: todos los sujetos y todos
los colectivos que protagonizan la vida pública
española han adquirido parcelas de influencia,
parroquias electorales, mecanismos de financiación,
cargas emocionales e incluso algunos, secretos
inconfesables y rémoras morales de las que no
parecen estar dispuestos a responder. Lo que en los
años setenta del siglo pasado se podía describir
como un proceso de reparto en el que las partes
acordaron la dilación de cualquier reivindicación
propia en espera de que se pudiera dar voz a las
urnas, ha pasado a ser una situación mucho más
compleja en la que todo el poder está repartido,
cuando no es visto como posible objetivo alcanzable
más o menos próximo. Quién tiene que renunciar a
qué, ese es el punto fundamental. ¿Estarían
dispuestos los partidos políticos que se alternan en
el poder a ver recortado parte de su albedrío sobre
los asuntos públicos? ¿Estarían dispuestos los
extremismos de uno u otro signo –nacionalistas y
marxistas de nuevo cuño, principalmente, porque la
ultraderecha no cuenta para nada- a renunciar a la
perspectiva de redención de sus muchos pecados
históricos que ahora les ofrece la insatisfacción
creciente de unas masas sin esperanza? ¿Estarían
los poderes fácticos, mediáticos y financieros, o
económicos en general, dispuestos a renunciar a las
perspectivas de salvación que les ofrece el
predominio de una u otra opción política actual?
Sinceramente, el que esto escribe alberga más que
una duda razonable u poco menos que una certeza
de que todos estos actores estén en disposición de
dar una muestra tan preclara de patriotismo. En
esta tesitura, cualquier movimiento puede implicar
una confrontación y, por eso, ante la posibilidad de
que, en plena época de tribulación, la mudanza se
convierta en caos, la evolución tranquila, controlada
según los parámetros constitucionales vigentes,
dentro de un orden quizá añoso pero no caduco,
acaso pueda ofrecer una opción menos peligrosa
que la de la completa mutación de la realidad
existente.
Porque se han enchufado ellos y varios, muchos familiares y amigos... Por el interés, Inés. s/t
Enviado por Komodon9 el día 14 de Septiembre de 2013 a las 11:20