Tesla y la falta de creatividad...++
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Tesla y la falta de creatividad...++
Enviado por sergeidu el día 9 de Junio de 2015 a las 17:06
Leo hoy en otro medio que se planea gravar el autoconsumo energético. El lobby de las eléctricas
se defiende. Y nadie dice nada; ni Podemos.
España adolece del síndrome del viejo. El viejo es esa persona que defiende a capa y espada su
potencial contribución al mundo basada en su experiencia. Aún no sabe que nadie le escucha.
Que sus conocimientos están apoyados contra el contenedor de basura, como el el fantástico film
"A proposito de Smith".
Lo cierto es que la ideología dominante de izquierdas, que es la única en España, es de un
conservadurismo tal que asusta. Desde el ecologismo, se apuntala una concepción del mundo en
la que hay que conservar cualquier "chabolo", solo porque tiene más de treinta años. Si por los
urba-ecologistas fuese la Gran Vía madrileña nunca hubiese sido constrída, porque al fin y al
cabo ahí había casas que derribar. El ecosistema, salvaje, rural o urbano debe ser preservado.
Lo viejo domina. Los viejos dominan como los Ztas de la guerra mundial del Brad Pit. Solo queda
el camufaje.
Supongo que decir que hay que desviar muchos más fondos a políticas de empleo que a las
pensiones de los viejos es motivo de encender hogueras en una población tan envejecida física y
mentalmente como la española.
Así que no lo diré. Me camuflaré, inoculándome una enfermedad mortal, para pasar
desapercibido.
La enfermedad de lo políticamente correcto, o eso que decían los abuelos; "todavía tienes mucho
que aprender, el mundo lleva mucho tiempo dando vueltas". O ya se te pasará la enfermedad de
la juventud.
No. Quémenme en la hoguera y maten de hambre a esos parásitos viejos. La sociedad solo
prospera en la creatividad, y esta solo la pare la juventud. Rajoy es un viejo, igual que Pedro
Sánchez; un prematuro viejo. Tras las payasadas de Rivera, queda el coletas. El que recupera a
Stalin en su más honda decrepitud.
Miren mis arrugas; son mi camuflaje.
España huele a orines de políticos meones de próstata llena. Desde la repugnancia de una
cadáver Cospedal, hasta la aprendiz de Vieja de Soraya, hasta el cascarón formal de Podemos.
Seré viejo. Es solo el esperpento valle inclaniano lo que atenaza a España ya siglos
Slds
se defiende. Y nadie dice nada; ni Podemos.
España adolece del síndrome del viejo. El viejo es esa persona que defiende a capa y espada su
potencial contribución al mundo basada en su experiencia. Aún no sabe que nadie le escucha.
Que sus conocimientos están apoyados contra el contenedor de basura, como el el fantástico film
"A proposito de Smith".
Lo cierto es que la ideología dominante de izquierdas, que es la única en España, es de un
conservadurismo tal que asusta. Desde el ecologismo, se apuntala una concepción del mundo en
la que hay que conservar cualquier "chabolo", solo porque tiene más de treinta años. Si por los
urba-ecologistas fuese la Gran Vía madrileña nunca hubiese sido constrída, porque al fin y al
cabo ahí había casas que derribar. El ecosistema, salvaje, rural o urbano debe ser preservado.
Lo viejo domina. Los viejos dominan como los Ztas de la guerra mundial del Brad Pit. Solo queda
el camufaje.
Supongo que decir que hay que desviar muchos más fondos a políticas de empleo que a las
pensiones de los viejos es motivo de encender hogueras en una población tan envejecida física y
mentalmente como la española.
Así que no lo diré. Me camuflaré, inoculándome una enfermedad mortal, para pasar
desapercibido.
La enfermedad de lo políticamente correcto, o eso que decían los abuelos; "todavía tienes mucho
que aprender, el mundo lleva mucho tiempo dando vueltas". O ya se te pasará la enfermedad de
la juventud.
No. Quémenme en la hoguera y maten de hambre a esos parásitos viejos. La sociedad solo
prospera en la creatividad, y esta solo la pare la juventud. Rajoy es un viejo, igual que Pedro
Sánchez; un prematuro viejo. Tras las payasadas de Rivera, queda el coletas. El que recupera a
Stalin en su más honda decrepitud.
Miren mis arrugas; son mi camuflaje.
España huele a orines de políticos meones de próstata llena. Desde la repugnancia de una
cadáver Cospedal, hasta la aprendiz de Vieja de Soraya, hasta el cascarón formal de Podemos.
Seré viejo. Es solo el esperpento valle inclaniano lo que atenaza a España ya siglos
Slds