una reflexión para el día de la votación en Grecia: "el cuento de la cuenta del euro" (++)
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una reflexión para el día de la votación en Grecia: "el cuento de la cuenta del euro" (++)
Enviado por euterpe el día 5 de Julio de 2015 a las 12:15
Durante muchos años 10 hombres, un griego, un italiano, un francés, un portugués, un
español, un cipriota, un finlandés, un austriaco, un holandés y un alemán se solían
reunir regularmente para almorzar juntos. Como a todos ellos les gustaba un buen
manjar así no les importaba que la factura del restaurante ascendía a 500 euros. El
reparto que acordaron para el pago estaba en relación con los ingresos que cada uno
tenía, o sea, algo así como los impuestos que pagamos,
o sea, para satisfacción y contento de todos era el siguiente:
de los 10 comensales 4 no pagaron nada, o sea el griego, el portugués, el español y el
italiano eran los invitados;
el cipriota pagaba 1 euro;
el francés 5;
el austriaco 50,
el finlandés 80,
el holandés 100
y el décimo, el alemán, pagaba el resto, o sea 264 euros.
Así pasaron muchos años.
A la vista de que eran tan buenos y fieles clientes de su restaurante, el dueño les
rebajó la factura en 50 euros, o sea, ahora la comida costaba 450 euros en vez de los
500. Y con ello llegó la discordia y el enfado.
La cuestión era: ¿cómo repartir equitativamente entre todos los 50 euros de la rebaja?
Lo más fácil sería dividir los 50 euros entre seis, puesto que de todas maneras los
cuatro primeros no habían pagado nunca. El resultado eran 8,33 euros.
Haciendo números se dieron cuenta de que en este caso el cipriota y el francés, en vez
de pagar 1 euro y 5 euros respectivamente se les había que dar 7,33 y 3,33 euros
respectivamente. Por lo tanto, un mal arreglo. Entonces, el dueño del restaurante les
propuso que el descuento debía ser proporcional a la parte que en total cada uno había
pagado hasta entonces.
Volvieron a hacer cuentas y el resultado resultó ser el siguiente:
los cuatro primeros seguían sin pagar, el cipriota tampoco debería pagar, o sea, los
tres se ahorraría el 100 % de la factura;
el francés, en vez de los 5 euros sólo tendría que pagar 3 €, o sea se ahorraría el 40 %
el austriaco, en vez de los 50 euros pagaría 45 €, o sea 10% de ahorro
el finlandés 72 € en vez de los 80, o sea el 10%
el holandés 90 € en vez de 100, o sea el 10%
el alemán pagaría 239 € en vez de los 264 € , o sea el 11%.
Con este arreglo todos se beneficiarían de la rebaja de los 50 € o sea, pagarían menos
que antes.
No obstante, cuando salieron del restaurante volvieron a calcular y se dieron cuenta
que no era una solución tan buena. Así que el francés protestó y dijo que a él de los 50
euros de rebaja sólo le tocaban 2 € y dirigiéndose al alemán dijo “¡¡y éste se va a
ahorrar 25 euros!!”
“Así es”, dijo el cipriota, “yo sólo me ahorro 1 euro.”
A eso, el austriaco se preguntó irritado: "¿por qué éste se ahorra 25 € y yo sólo 5? No
es justo, otra vez son los ricos de los alemanes a los que más dinero se les da."
"¡Un momento, un momento!!" - gritaron el griego, el portugués, el español y el italiano
todos a la vez. "Nosotros no hemos recibido nada, nada de nada. Como siempre, es el
sistema que explota a los más pobres."
Y de repente, los nueve se abalanzaron sobre el alemán y le pagaron una paliza y le
dejó medio muerto en el suelo. Al día siguiente se volvieron a reunir para comer juntos.
No les importaba nada que el alemán faltara. Comieron y se rieron juntos como de
costumbre.
Pero...... llegó la hora de pagar y se dieron cuenta que algo sorprendente, algo muy
extraordinario había pasado. Entre los 9 no tenían suficiente dinero para pagar ni
siquiera la mitad de la factura.
y colorían colorado - este cuento se ha acabado
no, sin embargo, de recordar a todos/todas que, en este caso como en muchos otros:
"el mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio" (palabras del admirado profesor D.
Carlos Rodríguez Braun)
feliz domingo
español, un cipriota, un finlandés, un austriaco, un holandés y un alemán se solían
reunir regularmente para almorzar juntos. Como a todos ellos les gustaba un buen
manjar así no les importaba que la factura del restaurante ascendía a 500 euros. El
reparto que acordaron para el pago estaba en relación con los ingresos que cada uno
tenía, o sea, algo así como los impuestos que pagamos,
o sea, para satisfacción y contento de todos era el siguiente:
de los 10 comensales 4 no pagaron nada, o sea el griego, el portugués, el español y el
italiano eran los invitados;
el cipriota pagaba 1 euro;
el francés 5;
el austriaco 50,
el finlandés 80,
el holandés 100
y el décimo, el alemán, pagaba el resto, o sea 264 euros.
Así pasaron muchos años.
A la vista de que eran tan buenos y fieles clientes de su restaurante, el dueño les
rebajó la factura en 50 euros, o sea, ahora la comida costaba 450 euros en vez de los
500. Y con ello llegó la discordia y el enfado.
La cuestión era: ¿cómo repartir equitativamente entre todos los 50 euros de la rebaja?
Lo más fácil sería dividir los 50 euros entre seis, puesto que de todas maneras los
cuatro primeros no habían pagado nunca. El resultado eran 8,33 euros.
Haciendo números se dieron cuenta de que en este caso el cipriota y el francés, en vez
de pagar 1 euro y 5 euros respectivamente se les había que dar 7,33 y 3,33 euros
respectivamente. Por lo tanto, un mal arreglo. Entonces, el dueño del restaurante les
propuso que el descuento debía ser proporcional a la parte que en total cada uno había
pagado hasta entonces.
Volvieron a hacer cuentas y el resultado resultó ser el siguiente:
los cuatro primeros seguían sin pagar, el cipriota tampoco debería pagar, o sea, los
tres se ahorraría el 100 % de la factura;
el francés, en vez de los 5 euros sólo tendría que pagar 3 €, o sea se ahorraría el 40 %
el austriaco, en vez de los 50 euros pagaría 45 €, o sea 10% de ahorro
el finlandés 72 € en vez de los 80, o sea el 10%
el holandés 90 € en vez de 100, o sea el 10%
el alemán pagaría 239 € en vez de los 264 € , o sea el 11%.
Con este arreglo todos se beneficiarían de la rebaja de los 50 € o sea, pagarían menos
que antes.
No obstante, cuando salieron del restaurante volvieron a calcular y se dieron cuenta
que no era una solución tan buena. Así que el francés protestó y dijo que a él de los 50
euros de rebaja sólo le tocaban 2 € y dirigiéndose al alemán dijo “¡¡y éste se va a
ahorrar 25 euros!!”
“Así es”, dijo el cipriota, “yo sólo me ahorro 1 euro.”
A eso, el austriaco se preguntó irritado: "¿por qué éste se ahorra 25 € y yo sólo 5? No
es justo, otra vez son los ricos de los alemanes a los que más dinero se les da."
"¡Un momento, un momento!!" - gritaron el griego, el portugués, el español y el italiano
todos a la vez. "Nosotros no hemos recibido nada, nada de nada. Como siempre, es el
sistema que explota a los más pobres."
Y de repente, los nueve se abalanzaron sobre el alemán y le pagaron una paliza y le
dejó medio muerto en el suelo. Al día siguiente se volvieron a reunir para comer juntos.
No les importaba nada que el alemán faltara. Comieron y se rieron juntos como de
costumbre.
Pero...... llegó la hora de pagar y se dieron cuenta que algo sorprendente, algo muy
extraordinario había pasado. Entre los 9 no tenían suficiente dinero para pagar ni
siquiera la mitad de la factura.
y colorían colorado - este cuento se ha acabado
no, sin embargo, de recordar a todos/todas que, en este caso como en muchos otros:
"el mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio" (palabras del admirado profesor D.
Carlos Rodríguez Braun)
feliz domingo
el cuento es una repetición (++)
Enviado por euterpe el día 5 de Julio de 2015 a las 12:16
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site=forosdelibertaddigital&bn=forosdelibertaddigital_
culturaforos&key=1346955813&first=1355954355&last
=1344543704
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