De cara a las elecciones, Barak no oculta su firme intención de desmantelar numerosos asentamientos judíos. En respuesta, dos de esas comunidades han declarado a Barak “persona non grata" y se niegan a recibirle después de que declarara que en aras de la paz será necesario sacrificar las colonias más alejadas del territorio israelí.
El primer ministro debería haber efectuado una gira por los asentamientos de Ofrá y Kadim, situados en la parte norte de Cisjordania. Al final, ha sido cancelada por las presiones ejercidas por el Consejo de Asentamientos Judíos.
"La opción de Sharón es seguir luchando por cada uno de los asentamientos más aislados y enviar a nuestros hijos a la guerra, pero no podemos seguir luchando siempre por Netzarim o por Itamar", ha dicho Barak.
"El propósito de la visita era decirles a los colonos, de forma directa, que nuestro objetivo es alcanzar una separación total de los palestinos", ha manifestado Barak, agregando que "cualquier plan de separación de los palestinos (unilateral o bajo acuerdo) incluirá la evacuación de asentamientos alejados entre ellos, como los de Kadim y Ofra, que serán trasladados a otras áreas que quedarán bajo soberanía israelí".
El líder laborista, que según las últimos sondeos se encuentra a 22 puntos por detrás de Sharón, busca de esta forma afianzar su candidatura entre los pacifistas, cuando éstos han vuelto a relanzar la candidatura del veterano político y actual ministro de Cooperación Regional, Simón Peres.
La legislación israelí permite que los candidatos a primer ministro puedan retirarse de la campaña -por motivos de salud o dimisión- hasta cuatro días antes de las elecciones y que sean sustituidos por nuevos aspirantes.
Las últimas encuestas dan una paridad del 46 por ciento entre Peres, si éste es el candidato laborista, y Sharon.