El candidato demócrata a fiscal general de Virginia, Jay Jones, ha visto cómo su apoyo en las encuestas se desploma tras la filtración de mensajes privados de hace tres años en los que fantaseaba con disparar al entonces presidente de la Cámara de Representantes estatal, Todd Gilbert. Según las encuestas de Trafalgar Group realizadas antes y después del escándalo, Jones ha perdido cinco puntos frente a su rival republicano, Jason Miyares, el fiscal actual, quien ahora es el favorito en unas elecciones en las que en principio los demócratas lo tenían todo de cara para ganar.
La controversia estalló el 3 de octubre, cuando se revelaron textos de 2022 en los que Jones declaraba su deseo de que "Gilbert recibiera dos balas en la cabeza" o que si pusieras a Gilbert junto a las dos peores personas que conozcas y dispararas dos veces, ambos disparos irían para el presidente de la Cámara. Peor aún: Jones quería que los hijos de Gilbert murieran "en los brazos de su madre", porque "solo cuando las personas sienten dolor personalmente cambian de política."
Jay Jones se ha disculpado muy profusamente, pero el hecho de que se presente a un cargo donde decidirá a quién lleva a los tribunales la Fiscalía lo hace especialmente grave, y más aún cuando los dirigentes del partido se han mostrado tibios a la hora de condenarlo.
Pero al margen de las consecuencias que pueda tener las elecciones en Virginia, que al estar colindante con Washington DC tiene muchos funcionarios federales en su población que lo convierten en un estado demócrata, lo importante de estos mensajes es que revelan que, en privado, los políticos de izquierdas dicen este tipo de cosas. Lo hacen tan libremente que Jones cometió el error de hablar de la misma forma con un colega republicano, que es quien los ha filtrado. Y esa forma de pensar se traduce en políticas reales, como la renuncia a perseguir los delitos de los miembros de Antifa y la defensa cerrada de esa organización terrorista, que se considera que inspiró al asesino de Charlie Kirk al estilo que Estado Islámico y Al Qaeda inspiraban atentados islamistas por medio mundo.
Estos días, Politico ha desvelado una serie de mensajes racistas y homófobos en chats internos de la organización juvenil del Partido Republicano y la respuesta ha sido la expulsión fulminante de los miembros que los escribieron, llegando incluso a cerrar organizaciones locales que se consideraron demasiado infectadas.
Ninguno de ellos tenía cargo público ni aspiraba a alcanzarlo. En cambio, en Virginia, ni siquiera la candidata a gobernadora, Abigail Spanberger, se ha dignado a renegar de Jones. Porque todos saben que eso es lo que todos piensan, y no les parece mal.
Por cosas como esta lleva tiempo hablándose de que en Estados Unidos hay una "guerra civil fría". Pero eso es suficientemente complicado como para hablarlo en otro momento.

