Este lunes, y tal y como se venía rumoreando en las últimas horas, la ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, ha presentado su dimisión. Lambrecht, del SPD, habría decidido dejar el cargo ante la presión de la oposición y la oleada de críticas que desató la última polémica que ha protagonizado, el mensaje que decidió difundir a través de Instagram la pasada Nochevieja.
"Hoy pedí al canciller federal la salida del cargo de ministro federal de Defensa. El enfoque de los medios durante meses sobre mi persona hace difícil que se informe y debata sobre soldados, el Ejército federal y cuestiones de seguridad relativas a los ciudadanos alemanes", ha señalado la propia Lambrecht este lunes al anunciar su marcha, en alusión a sus tropiezos desde su nombramiento. "La valiosa valor de los militares y las personas muy motivadas que trabajan en en este departamento deben estar por delante. Gracias a los que cada día luchan por nuestra seguridad", ha dicho.
En el mensaje navideño, convertido en la gota que ha colmado el vaso, Lambrecht reflexionaba ante sus seguidores sobre el año transcurrido, marcado por la guerra de Ucrania. En una plaza de Berlín y bajo el intenso ruido de los petardos y fuegos artificiales, la ministra aludió al conflicto y habló de cómo le había servido para conocer a mucha gente "interesante y estupenda":
Una guerra asola el centro de Europa. Es algo que para mí está unido a impresiones especiales. Muchos, muchos encuentros con personas interesantes y fantásticas. Estoy muy agradecida por ello.
Su frase provocó desconcierto desde el primer momento y una ola de peticiones de dimisión por parte de la oposición de la CDU.
A esta polémica se suman otras, como su visita en tacones a la misión alemana en Mali o su viaje con su hijo en un helicóptero militar: la ministra acudió en Semana Santa a una visita a las tropas en el norte del país y aprovechó para llevar a su hijo consigo para disfrutar después juntos de unas vacaciones en Sylt. Defensa tuvo que admitir lo ocurrido y la ministra aseguró haber pagado los gastos del transporte de su familiar.
Muy espinoso ha sido también la tardanza en el refuerzo prometido del Ejército alemán y el asunto de la ayuda militar a Ucrania, que suma estos días un nuevo capítulo. Desde Kiev, países del este y la propia UE se está reclamando a Berlín la posibilidad de que envíe o autorice el envío por parte de terceros de carros de combate Leopardo. Por el momento, el Ejecutivo de Olaf Scholz, con Lambrecht a la cabeza, se ha resistido.
En cuanto a su posible sucesor en el cargo medios alemanes citan entre otros a Eva Högl, encargada en el Parlamento de cuestiones sobre el Ejército federal, Hubertus Heil, ministro de Trabajo, Lars Klingbeil, copresidente del SPD , y la secretaria de Estado de Defensa, Siemtje Möller.