
"Es difícil encontrar las palabras para describir cómo nos sentimos", reconocen Kate y Gerry McCann al inicio de la carta publicada -en el perfil oficial de Find Madeleine- con motivo del decimosexto aniversario del "secuestro" (así lo denominan ellos) de su hija. La pequeña desapareció el 3 de mayo de 2007, cuando estaba a punto de cumplir cuatro años. Les fue robada de su cama, mientras dormía junto a sus hermanos mellizos de 18 meses -Sean y Amelie- en el apartamento de vacaciones que habían alquilado en el Algarve portugués.
Estos años han sido una auténtica tortura para el matrimonio, que incluso estuvo en el punto de mira de la policía lusa. El que fuera jefe de la Policía Judicial portuguesa cuando desapareció la menor británica, Gonzalo Amaral, no confiaba en los McCann y emprendió una auténtica cruzada contra ellos para demostrar su supuesta culpabilidad. En septiembre de 2007, se les comunica a Kate y Garry que son argüidos —sospechosos formales, en Portugal—.
Sin embargo, la policía portuguesa presenta su informe final en julio de 2008 y reconoce que no tienen pruebas que inculpen a los padres de la niña. En consecuencia, la investigación contra el matrimonio se archiva y se les levanta la condición de sospechosos. Aún así, el daño ya estaba hecho. Durante más de un año, tuvieron que sufrir el dolor por la pérdida de su hija al tiempo que soportaban el peso del dedo acusador sobre ellos. Se llegaron a decir y publicar cosas muy graves.
La sociedad portuguesa de la época no les perdonó que estuvieran disfrutando de una cena con amigos cuando se llevaron a la pequeña. Nada de lo que dijeran les podía salvar, ya habían sido sentenciados (y condenados). La policía lusa había estado filtrando información, mucha de ella falsa o sesgada, sobre su supuesta implicación en la desaparición y/o muerte de la menor. Se especuló con la hipótesis de que le hubieran administrado algún medicamento para que se mantuviera dormida y se les hubiera ido la mano. Todo, sin pruebas.
Un mensaje de esperanza
Lejos han quedado los tiempos en los que los periódicos y televisiones de todo el mundo (muchos de ellos les han pedido disculpas por ellos) publicaban barbaridades sobre ellos, presentándolos como unos monstruos. Pero la investigación tampoco ha dado sus frutos. Hasta el momento sólo hay un imputado, el depredador sexual alemán -pederasta, no en exclusiva- Christian Brueckner, que actualmente cumple condena por violar en 2005 a una mujer de 72 años precisamente en Praia da Luz.
El varón, que cuenta con innumerables antecedentes por agresiones sexuales, no fue imputado el año pasado por la desaparición de Madeleine. Y parece que el caso estuviera estancado. Ahora, 16 años después de que les arrebataran a su pequeña, los McCann sólo desean que las investigaciones sigan su curso y se produzca "algún avance". "Hope" es la palabra que acompaña a la fotografía de Madeleine en el post de los padres de Maddie de este miércoles.
Today marks the 16th anniversary of Madeleine's abduction.
— FindMadeleine (@FindMadeleine) May 2, 2023
Still missing…….still very much missed. https://t.co/HJ7mWIkwhA pic.twitter.com/8qL8bszjzc
Una publicación que completan con un poema de Clare Pollard titulado ‘La contradicción’ y que habla de la sensación que tienen de que la pequeña está "tan cerca y tan lejos" al mismo tiempo. "No puedo abrazarte, pero lo hago", reza el texto, "en mi cabeza". Los McCann han querido dejar constancia de que la echan de menos y siguen teniendo la esperanza de encontrarla viva. "Donde estés ahora", destaca, "abrázame también".

