
Josep Borrell, que ha pasado tras los titubeos iniciales a asumir como propia la postura del gobierno de Pedro Sánchez frente a Israel, vivió una incómoda situación durante un discurso en Bruselas. El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior participó en un foro sobre derechos humanos entre la UE y ONG y allí se refirió a la respuesta de Israel a los salvajes atentados de Hamás.
Borrell defendió que criticar al gobierno de Israel no es ser antisemita y lo comparó con criticar a Franco y ser considerado antiespañol. Respecto a la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza, la tachó de matanza, como han hecho miembros del gobierno español con Sánchez a la cabeza.
"Empezó con un ataque terrorista (...), ciertamente un acto de terror contra civiles indefensos. Fue una matanza, pero lo que estamos viendo en Gaza es otra matanza. ¿Cuántas víctimas? Nadie lo sabe", señaló el jefe de la diplomacia comunitaria, que temió que las estimaciones actuales de víctimas se queden cortas viendo "los restos de las casas destruidas".
En ese momento, Borrell fue alertado de que había personas abandonando la sala como reacción a sus palabras. "¿Por qué? Quizás he dicho algo inconveniente, pero es algo que ha dicho la ONU", señaló.
Los asistentes a un discurso de Borrell abandonan la sala después de que éste tilde de 'matanza' lo que está haciendo Israel en Gaza
— Liberal Enfurruñada (@MuyLiberal) December 4, 2023
Borrell señaló que, aún con el derecho de Israel a defenderse, "no se puede aceptar este elevado número de víctimas civiles" porque "un horror no puede justificar otro horror y la comunidad internacional está cada vez más alzando su voz pidiendo que se detenga este horror".
"Se puede tener el derecho a criticar al gobierno del Estado de Israel sin ser calificado de antisemita (...). Puedo criticar al gobierno de Franco en mi país cuando era una dictadura sin ser antiespañol. Pido el derecho a defender una solución de dos Estados sin estar en contra de la existencia del Estado de Israel", añadió.
