
Marie-France Le Scouarnec —quien viviera durante más de 30 años con el cirujano francés acusado de 299 violaciones y agresiones sexuales a menores— asegura que no era conocedora de los hechos que se le imputan a quien fuera su marido. Algo que lleva afirmando desde que el caso viera la luz y que varias de las víctimas pondrán sobre la mesa durante el macrojuicio que se celebra contra él en el tribunal penal de Morbihan, en Vannes.
Dos mujeres del entorno familiar de los Le Scouarnec, que fueron objeto de abusos por parte del cirujano cuando eran niñas —como demuestran las grabaciones que fueron halladas en vasa del acusado— y que comparecerán en calidad de testigo en los próximos días, aseguran que ella estaba al tanto de lo que ocurría casi desde el principio. Ambas coinciden en que hubo familiares que le advirtieron de ciertos comportamientos hace décadas.
Una versión que dista mucho de la ofrecida por Marie-France. "Me pregunto cómo he podido no darme cuenta de nada. Es una traición terrible la que cometió contra mí y mis hijos", ha señalado la ya exesposa. Ella afirma que ni siquiera se percató de la "desviación" que tenía Jöel, en referencia a su pedofilia. Sin embargo, hay una serie de escritos que demostrarían que la mujer sabe más de lo que quiere reconocer.
Una carta de su puño y letra
El medio francés RMC ha revelado —en exclusiva— la existencia de una carta que habría escrito ella misma siete años antes de que se denunciara la primera agresión sexual de su marido. La misiva, está fechada en 2010, tenía como objetivo que los remitentes fueran discretos acerca de las acusaciones que circulaban sobre su marido.
Marie-France Le Scouarnec se la hizo llegar a las personas de su entorno más cercano. Ella quería proteger a su hijo. "Es el único que no sabe nada del pasado de su padre", señalaba entonces. Y éste era "demasiado difícil de digerir para un muchacho que ya está bastante atormentado", añadía en su carta.
Víctimas cercanas
Las personas que han sacado a la luz esta carta son dos mujeres que fueron reconocidas como víctimas de Le Scouarnec en un juicio anterior, celebrado en 2020. Ambas aseguran que en 1999 ya se hablaba de los abusos de Jöel en el entorno familiar y que su mujer "estaba perfectamente al corriente".
Se trata de una amiga de la familia —Agnes— y una sobrina del acusado —Fanny—. Aunque la primera denunció cuando el delito había prescrito, se le reconoció como víctima porque el acusado guardaba imágenes de los abusos a los que la sometió. Situación muy similar a la que se ha dado en el caso de la segunda.
Cabe recordar que Le Scouarnec fue detenido en 2017 gracias a la denuncia de una vecina de 6 años, que vivía en la casa colindante. La investigación posterior reveló los casi 300 abusos que se le atribuyen ahora y que se habrían registrado entre 1989 y 2014 en diferentes hospitales en los que el pederasta trabajó. Agredía a sus pacientes mientras estaban sedados.
Las notas del pederasta
Durante el registro de su vivienda, los agentes encontraron -junto a muñecas, consoladores y otros artilugios sexuales- una serie de inquietantes cuadernos en los que Le Scouarnec anotaba las agresiones que perpetraba, acompañadas incluso de dibujos, con todo lujo de detalles. Gracias a ellas se pudo identificar a a la mayoría de sus víctimas.
También estos escritos señalarían que Marie-France estaba al tanto de los "actos atroces" —como ha señalado él mismo— cometidos por quien fuera su marido. "Ella lo sabe, sabe que soy un pedófilo", escribió Jöel Le Scouarnec 1996. "Ella me perdona", añadió. A partir de ese momento, él menciona en varias ocasiones que su esposa conoce sus desviaciones.
Su mujer lo niega. Según su versión, se entero de todo en 2017, tras la denuncia de su vecina. Fue entonces "cuando vi los diarios, las fotos de los niños, las muñecas que utilizaba". Pero las víctimas cercanas de Jöel la acusan de complicidad. Aseguran que Marie-France recibió alertas de familiares sobre comportamientos anormales de su entonces marido y le pudo haber frenado.


