
El papa León XIV, recién elegido como el primer pontífice nacido en Estados Unidos y con raíces hispanoamericanas, empieza su pontificado con algunas señales de su ideología. Aunque ha sido felicitado efusivamente por Donald Trump, el entonces cardenal Robert Prevost ya había mostrado posiciones distintas al discurso identitario que representa Trump y Burke, el cardenal que optaba a ser también Papa. En cualquier caso, el presidente de Estados Unidos ha felicitado a León XIV, celebra como un "gran honor" que sea estadounidense y espera "con ansia" reunirse con él.
Y es que, en febrero, el antes cardenal escribió en su cuenta oficial de X (antes Twitter): "JD Vance se equivoca: Jesús no nos pide clasificar a quién amar". El comentario respondía a unas declaraciones del senador Vance —actual vicepresidente de Trump— en las que defendía priorizar el amor hacia los compatriotas sobre otros grupos.
El nuevo Papa no ha mencionado directamente a Trump ni ha emitido mensajes de confrontación política. Sin embargo, sus gestos y palabras apuntan a un enfoque distinto: más cercano al mensaje universalista y acogedor promovido por su antecesor, el papa Francisco. Por ahí van los tiros según el periodista vaticanista Antonio Pelayo que ha resumido el sentimiento que despierta León XIV en ciertos círculos políticos con una frase que ya recorre las redacciones: "A Trump le ha salido un grano".
León XIV, además de su formación en Chicago, ha desarrollado una intensa labor pastoral en Sudamérica y ha sido defensor del papel de los inmigrantes, la justicia social y la fraternidad entre pueblos y la preocupación por el cambio climático. Queda por ver en que se traduce este papado de León XIV, aún hay mucho por recorrer y analizar, pero lo que está claro que no es afín del todo a Donald Trump y aún menos a su vicepresidente Vance.