Los líderes de la Unión Europea y de más de veinte países del continente se reunieron este jueves para enviar un mensaje de unidad frente a la crisis en Ucrania, señalando a Moscú como el principal adversario común. La cumbre buscó mostrar cohesión europea ante la agresión rusa, aunque el proceso de adhesión de Kiev a la UE sigue bloqueado debido a la oposición de Hungría.
A pesar de las discrepancias, los dirigentes insistieron en mantener el apoyo político y económico a Ucrania, reforzando sanciones contra Rusia y subrayando la necesidad de defensa y estabilidad en la región

