
El expresidente francés Nicolas Sarkozy, condenado a 5 años de prisión por corrupción, Sarkozy sale en libertad condicional tras pasar 20 días en la cárcel parisina de La Santé gracias a la decisión pronunciada este lunes por el Tribunal de Apelación de París, que ha decretado un control judicial que incluye la prohibición de salir de Francia.
Sarkozy ha abandonado la prisión apenas una hora y veinte minutos después de que el Tribunal de Apelación de París decretara su puesta en libertad con control judicial. Lo hizo por la puerta principal de la prisión de La Santé sobre las 15:00 horas locales (14.00 GMT) en su coche oficial, con las ventanas cerradas, y una escolta policial, una escena que fue seguida por medio centenar de medios de comunicación y apenas una decena de curiosos que grababan con sus teléfonos móviles.
Poco después, el exjefe de Estado (2007-2012) llegaba a su domicilio parisino en el distinguido distrito XVI de París, donde también había una fuerte presencia de medios de comunicación, y donde tampoco hizo declaraciones.
La Fiscalía de Francia había reclamado este lunes su puesta en libertad bajo medidas de control judicial tras su entrada en la cárcel por asociación de malhechores en relación con los fondos recibidos por su campaña de manos del régimen del fallecido líder libio Muamar Gadafi. El exmandatario tendrá prohibido contactar con testigos y otras partes en el caso para evitar cualquier tipo de injerencia en el proceso.
Los abogados del político habían presentado la solicitud de puesta en libertad al poco de su entrada en la cárcel argumentando, entre otros puntos, que su cliente no representaba un peligro a la hora de destruir posibles pruebas, que no iba a dejar el país porque toda su familia reside allí y que la prisión suponía un real peligro para la integridad de Sarkozy.
"Terrible experiencia"
El propio expresidente, que ha comparecido por videoconferencia, ha reiterado que "nunca admitirá" haber reclamado financiación al exlíder libio, antes de afirmar que su estancia en prisión es "una terrible experiencia", según ha informado la cadena de televisión BFM TV. "Es duro, es muy duro", ha sostenido. "Quiero agradecer la humanidad excepcional del personal penitenciario porque ellos han convertido esta pesadilla de la cárcel en algo soportable", ha expuesto.
Su esposa Carla Bruni, dos de sus cuatro hijos (Jean y Pierre) y su hermano François han estado presentes en una audiencia con una enorme expectación mediática y en la que los móviles han sido confiscados por las autoridades para evitar captación de imagen o de sonido durante la vista.
Sarkozy entró en prisión el 21 de octubre denunciando ser víctima de un "escándalo judicial" que ha "humillado" a Francia. El dirigente conservador, que se convirtió en el primer expresidente de Francia en entrar en la cárcel, siempre ha negado cualquier irregularidad y ha denunciado una supuesta persecución política contra él a través de los tribunales.
