Menú

Ni comida ni atención médica, así castiga la dictadura cubana a una presa política por negarse a abortar

En cuanto la prueba de embarazo dio positiva, le pusieron "los papeles por delante, para que se sacara la barriga", asegura su madre a LD.

En cuanto la prueba de embarazo dio positiva, le pusieron "los papeles por delante, para que se sacara la barriga", asegura su madre a LD.
Lisdany Rodríguez fue detenida el 17 de julio de 2021 por participar en las protestas del 11J. | Bárbara Isaac

Lisdany Rodríguez Isaac -de 25 años- se encuentra en la prisión de mujeres de Guamajal, en la ciudad de Santa Clara, cumpliendo una condena de 8 años de cárcel por su participación en las protestas pacíficas masivas que tuvieron lugar el 11 de julio de 2021 en Cuba. Al hostigamiento que ella recibe por su condición de presa política, tenemos que sumar el que le propina el régimen comunista por sus ideas religiosas (profesa la religión Yoruba) y también por aferrarse a la idea de continuar con su embarazo.

La joven cubana es una mujer de convicciones firmes. Lo demostró en el pasado, reclamando libertad para su pueblo en las manifestaciones del 11J y negándose a afiliarse a ninguna de las asociaciones con las que la dictadura pretende controlar las prácticas religiosas. Y lo ha hecho ahora rechazando la posibilidad de no tener a su hijo (como pretende la seguridad del Estado). Todo a sabiendas de que este tipo de decisiones siempre vienen acompañadas de represalias, por parte de la dictadura.

Ella siempre ha querido ser madre. LLeva más de una década con su pareja -hoy marido- y hace años que intentaba quedarse embarazada. Pero "por cosas de Dios o del destino, vino a ser ahora", exclama Bárbara Isaac -madre de la mujer y futura abuela de ese bebé- en declaraciones a Libertad Digital. Está muy preocupada porque -explica- "está haciendo mala barriga". "No hay muy buena alimentación, ni nada, y esta gente de la seguridad del Estado quieren que se lo saque (aborte)", añade.

"Yo temo por la vida de ella y porque quieren obligarla. Ella no quiere", insiste. "Y el padre tampoco. Está muy contento, a pesar de las dificultades de la situación que tienen hoy en día. Los dos están privados de libertad. Aun así deciden tener su su hijo". Tanto ellos como una de las hermanas trillizas de Lisdany están en prisión por el 11J y este embarazo ha llegado como un rayo de luz en sus vidas. Aunque no les han dejado disfrutar de la buena nueva.

Forzada a abortar

Según relata Bárbara, "en cuanto la prueba del embarazo le dio positiva, ya enseguida estaban arriba de ella para que se lo sacara (abortara)". Lisdany no se encontraba bien y acudió a la enfermería de la prisión. "Hace unos días, ella se hizo el ultrasonido porque se sentía mal y no caía con la menstruación", explica su madre. Su sorpresa fue cuando "la doctora que atiende a los presos del 11J le puso los papeles por delante, sin contar con ella, para que se sacara la barriga".

"Es obra de la seguridad del Estado", sentencia. Desde el momento en que ella se niega a abortar, comienzan las presiones. "Ahí dentro no hay condiciones de alimentar ni medicinas, pero es que ahora a ella le están dando de chiste", asegura. "Sólo un poco de arroz y chícharo (guisantes). Y en el desayuno, cocimiento (infusión) y la mitad de un panecillo". "No le están prestando la atención para una embarazada. Está pasando muchísima hambre", indica Bárbara.

Ella está haciendo "todo lo posible para llevarle lo que más pueda en la visita del 31 (de enero), para el que niño se alimente". Por lo que le han podido contar sus dos hijas en un par de llamadas telefónicas, Lisdany "no puede levantarse de la cama porque tiene mareo". Bárbara está desesperada y ruega a la comunidad internacional que "si por la manifestación (la del 11J) no la han abandonado, ahora menos que nunca para que pueda tener su bebé tranquila".

"Es un asesinato"

"Recientemente Naciones Unidas ha defendido su causa en la carta acusatoria enviada por cuatro relatores especiales y el grupo de trabajo para la detención arbitraria", detalla Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders. La misiva a la que hace referencia acusa al gobierno cubano de actuar contra derechos y libertades fundamentales, y describe extensamente la represión en contra de las hermanas Rodríguez Isaac, detenidas el 17 de julio de 2021, entre otros presos.

Recuerda que "durante 15 días desde su detención, sus allegados habrían desconocido su paradero" y que "la sentencia condenatoria reconocería la inexistencia de lesión alguna en los oficiales presuntamente agredidos" durante el desarrollo de las protestas del 11J. También señala que hace referencia a que en su vivienda se reúnen con personas de "mala conducta social", en referencia a "su pertenencia a la Asociación de Yorubas Libres" que sería en realidad "la razón fundamental para su enjuiciamiento y condena".

"Y ahora", añade Larrondo notablemente indignado, "oficiales de la seguridad del Estado de la prisión de Guamajal la quieren obligar a abortar". "No recibe atención médica alguna, la tienen sin comida ni medicinas... La coaccionan para que aborte este bebé deseado de la pareja", exclama. "Desde Prisoners Defenders defendemos la vida de este bebé y culpamos al Gobierno de Cuba de estar cometiendo un asesinato, porque un aborto forzado en contra de la voluntad de una madre y sin motivo clínico, no es sino un asesinato producto del terrorismo de Estado".

Temas

En Internacional

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal