Una intensa tormenta de arena azotó durante la noche del martes 29 de abril las provincias de Basora y Nayaf, en el sur de Iraq, provocando una drástica reducción de la visibilidad y obligando a las autoridades a desplegar operativos especiales para gestionar el tráfico y atender emergencias médicas.
La densa nube de polvo cubrió calles y carreteras, dificultando la circulación y paralizando la actividad cotidiana en varias ciudades. Según la Dirección de Salud de Basora, unas 388 personas fueron hospitalizadas por asfixia y problemas respiratorios, aunque ninguna de ellas sufrió lesiones graves. Los hospitales activaron protocolos de emergencia y la mayoría de los pacientes fue dada de alta tras recibir atención médica.
El fenómeno también afectó gravemente al transporte aéreo: los aeropuertos internacionales de Basora y Nayaf suspendieron temporalmente sus operaciones debido a la escasa visibilidad, que en algunos puntos cayó por debajo de los 700 metros. Además, se reportaron cortes eléctricos y la suspensión de actividades en instituciones públicas como medida preventiva.

