
Un enfrentamiento con terroristas en una zona de la ciudad de Gaza llamada Shejalya se ha convertido en el peor episodio para las tropas israelíes desde el inicio de la invasión terrestre de la Franja: nueve soldados de la Brigada del Golán han perdido la vida en el enfrentamiento, lo que junto con otra baja en otro punto del frente eleva ya a 115 el número total de fallecidos del Ejército de Israel desde que inició las operaciones terrestres en Gaza.
Esto significa que estaríamos ya ante la operación militar israelí con mayor coste en vidas desde la Segunda Guerra del Líbano que enfrentó en 2006 a Israel con los terroristas de Hezbolá y supuso la muerte de 121 militares, una cifra que por desgracia todo indica que se puede superar en breve. Como es obvio, además, a estos datos habría que sumarles las cerca de 1.400 personas asesinadas en el atentado de Hamás del 7 de 0ctubre.
La muerte de estos 115 soldados sobre el terreno demuestra que, al contrario de lo que repite la propaganda antisemita en todo el mundo –incluyendo a Pedro Sánchez y varios miembros de su Gobierno– Israel no está llevando a cabo bombardeos indiscriminados en Gaza, sino que está desarrollando una operación militar sobre el terreno, avanzando prácticamente calle a calle y exponiendo a sus soldados a un riesgo evidente precisamente para evitar una matanza de palestinos.
Emboscados en un edificio de viviendas
Según el comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF por sus siglas en inglés) la brigada del Golán llevaba una semana operando en la misma zona eliminando a terroristas y desmontado lo que el Ejército israelí ha denominado "infraestructura del terror", es decir los túneles y otras instalaciones creadas por Hamás para sus operaciones.
Durante una de estas operaciones un grupo de terroristas atacó con explosivos a un destacamento de esta brigada que se internaba en un edificio residencial en el que se había localizado uno de los túneles de Hamás. Los atacantes abrieron fuego después contra los heridos y los soldados que acudieron en su ayuda, lo que llevó a un enfrentamiento en el que se produjeron las nueve bajas que incluyen tanto a soldados como varios oficiales de la unidad, entre ellos el coronel Ben Basat, que es el militar de más alto rango que ha caído en combate desde el inicio de la operación terrestre en Gaza.
Hamás sigue refugiándose tras los civiles
Desde el principio de la guerra –de hecho, desde antes de la guerra– Hamás ha utilizado a los palestinos de la Franja de Gaza como escudos humanos y ha usado cualquier tipo de infraestructura civil, incluyendo mezquitas y hospitales. De hecho, el ataque que ha costado la vida a nueve soldados se ha desarrollado en un edificio de viviendas.
Pero no sólo eso: los terroristas ni siquiera han respetado la "zona humanitaria" que Israel estableció en el sur de la Franja el 18 de octubre para que los civiles pudiesen refugiarse de los bombardeos en un espacio seguro, muy al contrario, la han usado como plataforma para lanzar desde allí 116 cohetes sobre territorio israelí, según el dato que han hecho público este miércoles las IDF.
Una actividad terrorista que, como es obvio, pretende precisamente poner en riesgo la vida de los civiles refugiados, no en vano hay que recordar que, según testimonios recogidos en la propia Franja, los terroristas de Hamás llegaron a disparar a los palestinos que se dirigían a esa zona del sur, tratando de impedirles que abandonasen la zona en la que se estaban produciendo la mayor parte las operaciones militares y los bombardeos.

