La agencia de la ONU para los presuntos refugiados palestinos, conocida como UNRWA tiene sólo dos comités nacionales y uno de ellos está, precisamente, en España –el otro el estadounidense–. Su función es, sobre todo, "llegar al público de estos países", establecer relaciones y, como dice la propia UNRWA en su página web, "galvanizar la conciencia pública, el apoyo y la movilización de recursos para los refugiados de Palestina".
Sin embargo, a pesar de esas labores un tanto difusas y aparentemente no muy costosas, UNRWA España contó en 2023 con un nada despreciable presupuesto de casi 2,15 millones de euros. Y más chocante aún resulta ver en qué partidas se gasta ese importante cantidad.
La mayor de las partidas es la de personal, que supone cerca de dos tercios del total, casi 1.350.000 euros. De ella cuelgan una serie de cosas cuyos importes no se especifican y que incluyen "dirección ejecutiva", "administración contabilidad y finanzas", "gestión interna", "comunicación, campañas y fundraising"… En total, incluyendo el capítulo de "indemnizaciones, ampliaciones, coberturas y otros gastos" se trata de ocho subapartados.
El segundo mayor componente del gasto es el de "actividades de comunicación, campañas y fundraising", al que se le destinan 376.000 euros. Es una cifra importante, pero no tanto si pensamos que, tal y como decíamos al principio, esta es la razón de ser de la organización, pero sin embargo sólo se le dedica el 16% del presupuesto total.
Otras partidas importantes son las destinadas a la sede central y las de las delegaciones que tienen en once comunidades autónomas. La suma de ambas supera los 160.000 euros. Y también son importantes las que se gastan en viajes, tanto los de "representación", es de suponer que de miembros de la propia organización, como las "delegaciones" y "viajes a terreno" que serían a los territorios en los que opera la UNRWA. Juntas son algo más de 100.000 euros.
A partir de ahí hay algunos gastos menores como los dedicados consultorías y asesorías, 32.000 euros; a informática, casi 40.000 euros entre hardware y software; a "educación para una ciudadanía global", 20.000; los 18.000 de "gastos generales" o los 11.000 de "gestión interna".
Una de las partidas más llamativas es la de "comisión de género", que supuso 14.100 euros en estos presupuestos, y que no deja de ser un gasto paradójico si se ve el respeto que tienen a las mujeres y no digamos al colectivo LGTBI los palestinos, supuesto objetivo final de todos los esfuerzos de UNRWA España.
Por supuesto, no hay ni un euro de gasto que tenga algo que ver con proyectos sobre el terreno en los territorios palestinos o en cualquiera de los otros países en los que opera la UNRWA. El único apartado que podría parecer relacionado con una ayuda real es "acción humanitaria, desarrollo y emergencia", pero sólo son 3.000 euros y están destinados a "consultoría estratégica", por lo que no parece que muchos palestinos se hayan beneficiado de este dinero.
Esto puede resultar una anécdota significativa, no obstante, lo verdaderamente sustancial es que sólo el 16% del presupuesto total se dedica a los objetivos de la organización y, por tanto, la gran mayoría del gasto sólo sirve para mantener una infraestructura que se antoja elefantiásica.
Quizá por eso el éxito de UNRWA España en el cumplimiento de esos fines es más bien limitado, porque lo cierto es que pese a esos más de dos millones gastados muy poca gente conoce la existencia de esta agencia de la ONU y aún menos el trabajo que se supone que desarrolla.