Una vez más se pone de manifiesto el execrable papel que la UNRWA ha jugado en Gaza, tanto por la participación directa de trabajadores de la misma en la masacre del 7 de octubre como prestando su apoyo y su soporte logístico a los terroristas de Hamás, como permitirles utilizar sus instalaciones para mantener a los secuestrados escondidos en vez de ayudarles a regresar a Israel.
Y este ha sido el caso de las tres rehenes liberadas el pasado domingo después de más de 400 días privadas de libertad. Romin Gonen, Emily Damari y Doron Steinbrecher han contado, tras su liberación en el primer intercambio de rehenes por terroristas fruto del acuerdo del alto el fuego entre Israel y Hamás, que parte de su largo calvario en Gaza estuvieron en refugios de Naciones Unidas destinados, en principio, a proteger a la población civil palestina.
Así lo ha confirmado y denunciado el Gobierno de Israel en su cuenta oficial de la red social X: "Romi, Emily y Doron estaban retenidas en refugios de las Naciones Unidas en Gaza, que estaban destinados a civiles". Y añade: "La ONU se niega a condenar a Hamás por esconder rehenes en espacios civiles".
BREAKING: Former hostages Romi, Emily, and Doron were held in United Nations shelters in Gaza, which were meant for civilians.
The UN refuses to condemn Hamas for hiding hostages in civilian spaces.@newsisrael13 @maya_aidan https://t.co/LbUEgIbsx6 pic.twitter.com/aRBSSc8rxD
— Israel ישראל (@Israel) January 22, 2025
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, que es la que controla la actividad de Naciones Unidas en la Franja de Gaza, ha jugado un execrable papel en la guerra desencadenada por la masacre y secuestros de Hamás del 7 de octubre de 2023, convertida en aliada de los terroristas en sus fines e impulsora de la ola de antisemitismo que ha recorrido el mundo por la respuesta de Israel a la masacre ejerciendo su derecho a defenderse. De esta forma exceden completamente en sus funciones como agencia de la ONU —que incluyen el control de los refugios, las escuelas, la entrega de alimentos y la sanidad en muchos casos—, para convertir sus instalaciones en una especie de cuartel general de los terroristas de Hamás y actuar como sus aliados a la hora de cometer sus crímenes, bien dando soporte al mantenimiento de los largos secuestros que se iniciaron el 7 de octubre o participando directamente en la masacre.
La primera información oficial la dio el Canal 13 de Israel, que señaló que "los terroristas aprovecharon los campamentos de la ONU para alojar allí a los rehenes, sabiendo que las Fuerzas de Defensa de Israel no atacarían el complejo", dando así seguridad a los propios terroristas.
UNRWA-Hamás: una relación estable y duradera
Estos hechos vuelven a poner en la palestra el escándalo que supone la connivencia de una agencia de la ONU con los terroristas de Hamás, tantas veces denunciado por Tel-Aviv.
En febrero de 2024 se destapó el escándalo de que una docena de sus trabajadores de la UNRWA había participado directamente en la masacre terrorista del 7 de octubre. Un descubrimiento especialmente sangrante dada la gravedad de lo ocurrido ese día, con 1.200 asesinados, 250 secuestrados, mujeres violadas y la brutalidad y crueldad con la que actuaron los terroristas, pero el hecho es que la relación entre Hamás y la UNRWA no es nueva. Existen pruebas presentadas ante el Congreso de los EEUU de que 1.200 de los empleados de UNRWA son miembros de Hamás o la Yihad Islámica, y que 6.000 tendrían familiares directos en dichas organizaciones terroristas.
Pese a la denuncia de Israel y la presentación de pruebas, hasta 6 meses después la UNRWA no reconoció la participación de varios miembros en la masacre del 7 de octubre. Lo hizo mediante un comunicado en el que señalaba que habían despedido a nueve de sus trabajadores que "podrían haber estado involucrados en los terribles ataques del 7 de octubre".
La nota está firmada por el propio Philippe Lazzarini, máximo responsable de la agencia, que trata de mantener un complicado equilibrio ya que, por un lado dice que los indicios que incriminan a estos nueve trabajadores deberían "autenticarse y corroborarse", pero por el otro decide que "no pueden trabajar para UNRWA".
Con estos antecedentes no resulta una sorpresa que las rehenes liberadas el domingo hayan estado escondidas en instalaciones de la UNRWA en Gaza. Mientras tanto, y pese a esta connivencia tan clara entre los terroristas palestinos y la agencia de la ONU, Occidente en general, y España en particular, siguen regando de millones de euros a la misma.