
Hartos del yugo terrorista de Hamás, un grupo armado palestino se ha asentado en una aldea del sur de Gaza, en una zona bajo control del Ejército de Israel, con el objetivo de proteger a la población civil de la opresión que ejerce Hamás. Se trata de una nueva grieta en el férreo control que la organización terrorista ejerce sobre la Franja de Gaza.
El líder de esta nueva milicia, Hussam Abdel Majid al Astal, ha proclamado en The Times of Israel su responsabilidad sobre una "nueva zona humanitaria" en Jan Yunis. En la entrevista, Al Astal asegura que en el área bajo su control la población podrá acceder a comida, agua y refugio, asegurando que se encargará de "cualquiera que viva bajo la opresión de Hamás". Además, afirma que sus miembros no tienen vínculos con Hamás, para lo que pasan exhaustivos controles de seguridad.
La aldea donde se ha instalado está a apenas un kilómetro de Mawasi, las playas a las que las fuerzas armadas dirigen día a día a la población desplazada forzosamente por sus bombardeos desde otras zonas del enclave.
En coordinación con Israel
Lo más revelador es que el grupo opera en "coordinación" con Israel y afirma recibir financiación de diversos benefactores, entre los que se encontrarían EEUU, Europa y estados árabes. A pesar de que el Ejército israelí ha evitado pronunciarse oficialmente, esta colaboración táctica en el terreno supone un golpe a la narrativa de Hamás y sus socios internacionales.
Esta milicia no es un caso aislado. Su líder mantiene contactos con Yasser Abu Shabab, otro cabecilla de las llamadas Fuerzas Populares que, tras un pasado delictivo asaltando convoyes, ahora trabaja con las fuerzas israelíes para proteger la ayuda humanitaria y asegurar su reparto, una tarea que Hamás ha demostrado ser incapaz de gestionar sin desviar recursos para sus fines terroristas.
Según testimonios de soldados recogidos por el diario israelí Haaretz, el reclutamiento para estas milicias alternativas a Hamás ha experimentado un notable crecimiento en los últimos meses.
¿Genocidio o un futuro sin Hamás?
Este fenómeno evidencia el creciente descontento de la población gazatí y la búsqueda de nuevas alianzas para construir un futuro sin el terrorismo de Hamás.
Al mismo tiempo, la propia existencia de estas alianzas con grupos palestinos anti-Hamás, en coordinación con Israel, y el deseo de construir ese futuro libre del yugo de Hamás iría contra el mantra del presunto genocidio que se estaría cometiendo Israel, cuando lo que se estaría intentando es reconstruir una Gaza libre de Hamás, origen con su terrible ataque del 7 de octubre de todo lo que está ocurriendo en la Franja.
