
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) recibe fondos multimillonarios de numerosos países europeos a través de multitud de programas de ayuda como el programa PEGASE, cuyo fin es que la ANP pueda pagar a sus funcionarios y diversos subsidios.
Las cantidades son muy importantes: según los datos de la propia Comisión Europea el monto previsto para el periodo 2021-2024 era de 1.200 millones de euros, de los que a finales de 2023 ya se habían entregado 809 millones. Y para los tres años siguientes la cantidad prevista ha crecido un 33%: entre 2025 y 2027 se entregarán a la ANP 1.600 millones, es decir, más de quinientos millones de euros cada año. Y eso en un único programa de ayuda: cada país tiene luego otras subvenciones y multitud de administraciones regionales o incluso locales mandan dinero a la propia ANP, a la UNRWA y a decenas o cientos de ONG que, en no pocos casos, están vinculadas a organizaciones terroristas.
Sin embargo, lo cierto es que no es necesario que una oscura ONG trabaje con varias sociedades pantalla para que el dinero llegue a los terroristas: la propia ANP se lo entregaba a través de lo que llama el Fondo de los Mártires, un programa por el que se conceden ayudas a las familias de los presos encarcelados por crímenes cometidos contra israelíes, así como de aquellos que hubiesen fallecido cometiendo esos crímenes, ya fuese como terrorista suicida, ya eliminado por las fuerzas de seguridad israelíes.
El esquema podría entenderse como una ayuda a las familias que sufren si no fuese por un problema fundamental: el volumen de la ayuda a cada una de ellas no depende del número de miembros o de sus necesidades económicas, sino que es directamente proporcional a los años de condena, es decir, cobraban más cuanto más terribles eran sus crímenes.
Los 250 asesinos liberados por Israel
Como muchos sabrán, el reciente acuerdo para la paz entre Hamás e Israel incluía la obligación para los israelíes de liberar a cerca de 2.000 presos palestinos, 250 de ellos condenados a una o más cadenas perpetuas, es decir, culpables de uno o más asesinatos terroristas.
Pal Media Watch, una ONG independiente dedicada a seguir, estudiar y analizar a la ANP a través de los medios de comunicación palestinos y de sus textos escolares, ha publicado una lista completa con los nombres de estos 250 asesinos y las cantidades que han percibido durante su estancia en la cárcel. El resultado no es sorprendente, pero sí impresionante: 191 de ellos han cobrado más de 100.000 euros.
160 new Palestinian terrorist millionaires
Israel released 250 terrorists, each serving at least one life sentence for murder, to free 20 hostagesIn prison, the PA paid them huge monthly salaries
— Pal Media Watch (@palwatch) October 15, 2025
Total PA terror payout: ₪229,523,000
The PA keeps proving it REALLY pays to slay pic.twitter.com/VQMszHHwAf
El listado se ha publicado en redes sociales como X y en ella se puede ver que el preso 191, Maher al-Hashlamoun, ha recibido 398.400 shekels, lo que al cambio actual es la friolera de 102.969 euros.
El siguiente de la lista, Mohammed Abu Shaheen, es el primero que no alcanza las seis cifras en la moneda oficial de la Unión Europea, pero se queda bastante cerca: cobró 356.400 shekels, es decir, algo más de 92.000 euros.
En los primeros puestos las cantidades son de vértigo: el ganador absoluto se embolsó cerca de 600.000 euros y hay otros tres que superaron el medio millón. La cifra de los que estuvieron por encima de los 400.000 es 32 y, además, a partir de ahí la caída es muy lenta: nada más y nada menos que 98 convictos superaron los 300.000 euros recibidos desde el Fondo de Mártires.
La cantidad total entregada a los 250 presos excarcelados en esta ocasión habría superado los 130 millones de euros.
Un 7% del presupuesto de la ANP
Estamos hablando sólo del dinero entregado a los asesinos condenados, a este habría que añadir el que cobran aquellos que están en la cárcel por delitos menos graves y los de los terroristas que han sido eliminados durante sus atentados.
Las cantidades, como es obvio, se multiplican y, según las cifras que se han hecho públicas, se trata de una parte importante del presupuesto de la ANP: en 2018, por ejemplo, la cifra estaba en 330 millones, un 7% del total de gasto de la ANP.
Este fondo se ha mantenido durante años a pesar de las peticiones de la Unión Europea, hay que reconocer que no demasiado insistentes y sin llegar nunca a cerrar el grifo de los millones. En el caso de Estados Unidos, forzó la promulgación de la Taylor Force Act, una norma que prohibía la transferencia de dinero a la ANP mientras el Departamento de Estado no certificase que estos pagos y cualquier otra forma de premiar o fomentar el terrorismo habían terminado.
Ante la creciente presión, el presidente palestino Mahmud Abas anunció en febrero que se suspendían estos pagos y se creaba un nuevo esquema basado en cubrir las necesidades y no en las condenas recibidas, pero a finales de marzo ya se advertía que los pagos seguían realizándose como hasta ahora.


