Libertad Digital.
Los administradores de la sociedad intervenida utilizaron a la fundación como aval ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para conseguir la autorización que le permitiera funcionar como sociedad de valores. Hasta entonces, la empresa operaba como sociedad de carteras. Un socio como la ONCE que, además, ofrecía un compromiso para incrementar su participación en Gescartera hasta un 25%, animó al organismo encargado de velar por los mercados a conceder la autorización, según manifestó Pilar Valiente, presidenta de este organismo en su comparecencia en el Congreso para dar cuentas sobre el caso Gescartera.
Valiente precisó que la “solvencia y el prestigio” de la fundación aportaban suficientes garantías a la operación. Este era el condicionante que había impuesto la CNMV, según “El Mundo”, para autorizar la transformación y al que se habían comprometido los responsables de Gescartera en la memoria que acompañaba la solicitud, asunto que se ignoraba en la ONCE.
Según las declaraciones ante la juez Teresa Palacios de José Manuel Pichel, consejero delegado de Gescartera en representación de la fundación, Antonio Camacho, José María Ruiz de la Serna - apoderado de Gescartera e imputado por la juez-, y Pilar Giménez-Reyna -vicepresidenta de la agencia- les ofrecieron en enero de 2000 una participación del 10% sin desembolso alguno.
Valiente precisó que la “solvencia y el prestigio” de la fundación aportaban suficientes garantías a la operación. Este era el condicionante que había impuesto la CNMV, según “El Mundo”, para autorizar la transformación y al que se habían comprometido los responsables de Gescartera en la memoria que acompañaba la solicitud, asunto que se ignoraba en la ONCE.
Según las declaraciones ante la juez Teresa Palacios de José Manuel Pichel, consejero delegado de Gescartera en representación de la fundación, Antonio Camacho, José María Ruiz de la Serna - apoderado de Gescartera e imputado por la juez-, y Pilar Giménez-Reyna -vicepresidenta de la agencia- les ofrecieron en enero de 2000 una participación del 10% sin desembolso alguno.