L. D. / EFE.-
La entrega de este donativo por parte del grupo de Antonio Camacho, actualmente en prisión, consta en la auditoría del año pasado de la agencia de valores, a la que ha tenido acceso la Agencia EFE. Este pago se produjo después de que la organización se hiciera con un 10 por ciento de Gescartera Dinero sin necesidad de realizar desembolso alguno, y ello gracias a que la agencia de valores se comprometió a crear un fondo de pensiones para discapacitados que finalmente no se llegó a constituir.
La participación de la agencia que consiguió la Fundación ONCE tenía un valor en libros de 15 millones de pesetas, puesto que el capital social de la entidad ascendía al término del ejercicio a 150 millones de pesetas.
No obstante, las 1.000 acciones que la ONCE poseía de Gescartera tenían un precio superior en el mercado, sobre todo, teniendo en cuenta que el propietario de la agencia de valores, Antonio Rafael Camacho, tenía intención de venderla a una entidad financiera extranjera por un montante aproximado de 4.000 millones de pesetas.
Esta operación no se realizó finalmente, con lo que la ONCE no pudo obtener plusvalías con su participación y, además, tampoco pudo recuperar más de 500 millones de pesetas que había invertido en la entidad como cliente. La entrada de la Fundación ONCE en el accionariado de Gescartera fue uno de los factores que la CNMV tuvo en cuenta para dar el visto bueno a la conversión de la sociedad de cartera en agencia de valores. Pilar Valiente aseguró en el Congreso de los Diputados que el consejo de la entidad que preside aprobó la constitución de Gescartera en agencia de valores con la promesa de que la Fundación ONCE iba a adquirir el 10 por ciento de la entidad.
La participación de la agencia que consiguió la Fundación ONCE tenía un valor en libros de 15 millones de pesetas, puesto que el capital social de la entidad ascendía al término del ejercicio a 150 millones de pesetas.
No obstante, las 1.000 acciones que la ONCE poseía de Gescartera tenían un precio superior en el mercado, sobre todo, teniendo en cuenta que el propietario de la agencia de valores, Antonio Rafael Camacho, tenía intención de venderla a una entidad financiera extranjera por un montante aproximado de 4.000 millones de pesetas.
Esta operación no se realizó finalmente, con lo que la ONCE no pudo obtener plusvalías con su participación y, además, tampoco pudo recuperar más de 500 millones de pesetas que había invertido en la entidad como cliente. La entrada de la Fundación ONCE en el accionariado de Gescartera fue uno de los factores que la CNMV tuvo en cuenta para dar el visto bueno a la conversión de la sociedad de cartera en agencia de valores. Pilar Valiente aseguró en el Congreso de los Diputados que el consejo de la entidad que preside aprobó la constitución de Gescartera en agencia de valores con la promesa de que la Fundación ONCE iba a adquirir el 10 por ciento de la entidad.