L. D. / EFE.
- José Camacho, el padre del principal imputado por el caso Gescartera, Antonio Rafael Camacho, regaló a esta organización cuatro millones de pesetas, con el compromiso de que los invirtieran en Gescartera Gestión, lo que le dio un 5,42 por ciento del capital, del que todavía mantiene una parte. Este mecanismo recuerda al que se produjo el año pasado con la Fundación ONCE, que recibió un donativo de 10 millones de pesetas y asumió gratis el 10 por ciento del capital de la agencia de valores Gescartera Dinero, lo que permitió a Camacho contar con un socio institucional que respaldara su proyecto.
La Fundación Bancos de Alimentos de España fue fundada en 1993 por el sacerdote JosÉ María Sanabria, y de ella depende una red de 49 bancos distribuidos por toda España, cuya misión es la de buscar, almacenar y distribuir alimentos de forma gratuita. Según ha explicado el presidente de la organización, Mariano Monter, el padre de Antonio Rafael Camacho, fallecido en 1999, logró que la Fundación entrara en el accionariado aportando él mismo el capital necesario y bajo la promesa de que se crearía un fondo de inversión que revertiría parte de sus beneficios a las ONG.
Este fue un procedimiento similar al que se realizó con la ONCE, a la que se prometió crear un fondo de pensiones para personas con minusvalías, que nunca se llegó a poner en marcha. Aunque los responsables de la Fundación creyeron que iban a participar otras ONG en el proyecto, el resto del accionariado se repartió entre los herederos de José Camacho (38 por ciento), Antonio Rafael Camacho (20 por ciento), el también imputado Aníbal Sardón (14 por ciento), Rufino Gallego (12,5 por ciento) y Teodoro Bonilla (10 por ciento). La participación de la Fundación se elevó en 1999 a 5,2 millones de pesetas, aunque posteriores reducciones de capital, según consta en la memoria de la entidad, redujo finalmente su presencia al 1,16 por ciento actual, por un valor cercano al millón de pesetas.
Mariano Monter ha explicado que, pese a ser accionistas de Gescartera Gestión, no se han personado todavía como perjudicados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores ni en la Audiencia Nacional. “Cómo vamos a reclamar un dinero que nos donó un hombre, con toda su buena voluntad, y que realmente no es nuestro. Bastante desgracia tuvo (José Camacho) para que, después de haber hecho una donación, ahora digamos que el dinero es nuestro”, ha explicado. El responsable de la Fundación ha asegurado que en ningún momento tuvo acceso al donativo de los cuatro millones, que se invirtió directamente en Gescartera Gestión, empresa que preside Antonio Rafael Camacho.
En el momento de ser intervenida por la CNMV, el pasado 15 de junio, Gescartera Gestión sólo contaba con un fondo de inversión en el mercado, con un total de 95 partícipes y un patrimonio de 193 millones de pesetas. En un principio, la CNMV informó que se había intervenido Gescartera Gestión para analizar si había sido “contaminada” por la agencia de valores Gescartera Dinero, filial del mismo grupo donde se produjo un agujero de 18.000 millones de pesetas, aunque finalmente se descartó en la gestora la existencia de anomalías.
!-->
La Fundación Bancos de Alimentos de España fue fundada en 1993 por el sacerdote JosÉ María Sanabria, y de ella depende una red de 49 bancos distribuidos por toda España, cuya misión es la de buscar, almacenar y distribuir alimentos de forma gratuita. Según ha explicado el presidente de la organización, Mariano Monter, el padre de Antonio Rafael Camacho, fallecido en 1999, logró que la Fundación entrara en el accionariado aportando él mismo el capital necesario y bajo la promesa de que se crearía un fondo de inversión que revertiría parte de sus beneficios a las ONG.
Este fue un procedimiento similar al que se realizó con la ONCE, a la que se prometió crear un fondo de pensiones para personas con minusvalías, que nunca se llegó a poner en marcha. Aunque los responsables de la Fundación creyeron que iban a participar otras ONG en el proyecto, el resto del accionariado se repartió entre los herederos de José Camacho (38 por ciento), Antonio Rafael Camacho (20 por ciento), el también imputado Aníbal Sardón (14 por ciento), Rufino Gallego (12,5 por ciento) y Teodoro Bonilla (10 por ciento). La participación de la Fundación se elevó en 1999 a 5,2 millones de pesetas, aunque posteriores reducciones de capital, según consta en la memoria de la entidad, redujo finalmente su presencia al 1,16 por ciento actual, por un valor cercano al millón de pesetas.
Mariano Monter ha explicado que, pese a ser accionistas de Gescartera Gestión, no se han personado todavía como perjudicados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores ni en la Audiencia Nacional. “Cómo vamos a reclamar un dinero que nos donó un hombre, con toda su buena voluntad, y que realmente no es nuestro. Bastante desgracia tuvo (José Camacho) para que, después de haber hecho una donación, ahora digamos que el dinero es nuestro”, ha explicado. El responsable de la Fundación ha asegurado que en ningún momento tuvo acceso al donativo de los cuatro millones, que se invirtió directamente en Gescartera Gestión, empresa que preside Antonio Rafael Camacho.
En el momento de ser intervenida por la CNMV, el pasado 15 de junio, Gescartera Gestión sólo contaba con un fondo de inversión en el mercado, con un total de 95 partícipes y un patrimonio de 193 millones de pesetas. En un principio, la CNMV informó que se había intervenido Gescartera Gestión para analizar si había sido “contaminada” por la agencia de valores Gescartera Dinero, filial del mismo grupo donde se produjo un agujero de 18.000 millones de pesetas, aunque finalmente se descartó en la gestora la existencia de anomalías.
!-->
