L. D. / Agencias.-
En una entrevista publicada este miércoles por el diario “Expansión”, el letrado José Lozano, abogado del accionista principal y apoderado de Gescartera Dinero, describe las comidas entre la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Pilar Valiente, el ex secretario de Estado de Hacienda y los máximos responsables de Gescartera, como el intento de unos de "acercarse al mundo del dinero y otros al mundo del poder".
El abogado sostiene que, antes de incorporarse en 1996 a la secretaría de Estado de Hacienda, "el despacho Zurdo, Giménez-Reyna y asociados, en el que era socio Enrique, prestó servicios de asesoramiento jurídico-tributario a sociedades de Antonio Camacho, a Gescartera, y probablemente, también a su antecesora, Bolsa
Consulting".
Pese a que el ex secretario de Estado remitió el pasado 9 de agosto un fax en el que aseguró que "jamás" ha tenido relaciones "directas o indirectas" con Gescartera, excepto la inversión que realizó a título personal en esta agencia de valores, el abogado de Camacho agrega en la entrevista que dicha prestación de servicios no supuso un trato de favor para la familia Camacho.
Recuerda Lozano que "posteriormente varias de sus sociedades fueron objeto de investigación fiscal". Sobre las relaciones del máximo accionista de Gescartera con altos cargos de la CNMV, el letrado indica que "respecto a Antonio Botella, Camacho ha admitido que mantenían una relación de amistad, aunque nunca ha dicho nada sobre que pudiera haberle apoyado".
El letrado, que define como "personaje secundario" a Salvador Alcaraz, comenta sobre el otro ex miembro de la CNMV que "el caso de Ruiz de la Serna es distinto", y aclara que "Camacho le ofreció en 1997 que se incorporará a Gescartera porque ya había tenidos contactos con él en 1994, cuando se encargó de la supervisión de la agencia".
Regalos aceptados y no devueltos
Respecto al intercambio de regalos entre Camacho y el ex vicepresidente de la CNMV y ex diputado del PP Luis Ramallo, el abogado defensor recuerda que había intervenido como notario e intermediario en un frustrado intento de venta. Aunque Lozano afirma que "nunca había oído nada acerca de que hiciese o recibiese regalos de mi cliente", puntualiza que "este hecho no debe descontextualizarse, pues varios miembros de la
Comisión recibieron regalos de Gescartera, incluida la presidenta,
Pilar Valiente.
Lozano contesta que "a Gescartera no le consta que ninguno de ellos fuera devuelto". Pese a que los comensales de los almuerzos celebrados entre Valiente, la presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, su hermano Enrique y el principal acusado de la estafa, Antonio Camacho, ya se conocían, el abogado explica que el "objetivo principal era establecer una relación". "Unos trataban de acercarse al mundo del dinero y otros al mundo del poder", declara Lozano, quien atribuye las pérdidas a las inversiones bursátiles de los últimos doce años.
El letrado niega que su cliente elaborase o entregase certificados bancarios falsos a la CNMV y reconoce sobre la supuesta inversión de 102 millones de euros (16.971 millones de pesetas) en dos sociedades de Estados Unidos, Martin Investments y L. Murrels, que fue un intento de "ganar tiempo". Sobre la existencia de dinero negro en Gescartera, el abogado aclara que "la investigación de Hacienda servirá para determinar si había clientes que no declaraban sus inversiones". !-->
El abogado sostiene que, antes de incorporarse en 1996 a la secretaría de Estado de Hacienda, "el despacho Zurdo, Giménez-Reyna y asociados, en el que era socio Enrique, prestó servicios de asesoramiento jurídico-tributario a sociedades de Antonio Camacho, a Gescartera, y probablemente, también a su antecesora, Bolsa
Consulting".
Pese a que el ex secretario de Estado remitió el pasado 9 de agosto un fax en el que aseguró que "jamás" ha tenido relaciones "directas o indirectas" con Gescartera, excepto la inversión que realizó a título personal en esta agencia de valores, el abogado de Camacho agrega en la entrevista que dicha prestación de servicios no supuso un trato de favor para la familia Camacho.
Recuerda Lozano que "posteriormente varias de sus sociedades fueron objeto de investigación fiscal". Sobre las relaciones del máximo accionista de Gescartera con altos cargos de la CNMV, el letrado indica que "respecto a Antonio Botella, Camacho ha admitido que mantenían una relación de amistad, aunque nunca ha dicho nada sobre que pudiera haberle apoyado".
El letrado, que define como "personaje secundario" a Salvador Alcaraz, comenta sobre el otro ex miembro de la CNMV que "el caso de Ruiz de la Serna es distinto", y aclara que "Camacho le ofreció en 1997 que se incorporará a Gescartera porque ya había tenidos contactos con él en 1994, cuando se encargó de la supervisión de la agencia".
Regalos aceptados y no devueltos
Respecto al intercambio de regalos entre Camacho y el ex vicepresidente de la CNMV y ex diputado del PP Luis Ramallo, el abogado defensor recuerda que había intervenido como notario e intermediario en un frustrado intento de venta. Aunque Lozano afirma que "nunca había oído nada acerca de que hiciese o recibiese regalos de mi cliente", puntualiza que "este hecho no debe descontextualizarse, pues varios miembros de la
Comisión recibieron regalos de Gescartera, incluida la presidenta,
Pilar Valiente.
Lozano contesta que "a Gescartera no le consta que ninguno de ellos fuera devuelto". Pese a que los comensales de los almuerzos celebrados entre Valiente, la presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, su hermano Enrique y el principal acusado de la estafa, Antonio Camacho, ya se conocían, el abogado explica que el "objetivo principal era establecer una relación". "Unos trataban de acercarse al mundo del dinero y otros al mundo del poder", declara Lozano, quien atribuye las pérdidas a las inversiones bursátiles de los últimos doce años.
El letrado niega que su cliente elaborase o entregase certificados bancarios falsos a la CNMV y reconoce sobre la supuesta inversión de 102 millones de euros (16.971 millones de pesetas) en dos sociedades de Estados Unidos, Martin Investments y L. Murrels, que fue un intento de "ganar tiempo". Sobre la existencia de dinero negro en Gescartera, el abogado aclara que "la investigación de Hacienda servirá para determinar si había clientes que no declaraban sus inversiones". !-->