
Málaga se ha convertido en un destino preferido por extranjeros que invierten en propiedades para vivir allí. Aproximadamente, unos 56.000 ciudadanos británicos escogen esta provincia, convirtiéndola en una de las zonas con mayor número de residentes procedentes de Reino Unido. A pesar de que se mudan a esta costa buscando una vida ideal con temperaturas cálidas y precios más bajos, para algunos se ha convertido en una auténtica pesadilla. Este es el caso de Louise Bawn, una ciudadana británica de 53 años, procedente de Bristol.
Bawn ha lanzado una dura advertencia contra la compra de viviendas en España después de verse obligada a vender su casa okupada por un precio muy inferior a su valor original. La británica llevaba más de dos años intentando recuperar su vivienda de dos dormitorios, valorada en 160.000 euros, situada en la pedanía de Sexmo, en la localidad malagueña de Cártama. La casa, que heredó de su difunto padre, fue okupada en febrero de 2023, justo cuando se encontraba en proceso de reforma.
A pesar de contar con vídeos de los allanamientos, la propietaria ha asegurado que la policía local y los tribunales no actuaron para desalojar a los okupas. Ahora, se ve obligada a vender el inmueble por tan solo 30.000 euros, ya que la ley le obliga a informar a los compradores de que la casa está okupada y nadie la va a comprar a un precio más alto.
"Voy a perder más de 100.000 euros, sin contar lo que ya me han robado: dos coches, herramientas caras y todo el contenido de la casa y el garaje", ha denunciado en el diario británico Daily Mail. "Mi padre tenía herramientas valoradas en miles de libras. Todo ha desaparecido… es repugnante que se les permita salirse con la suya".
Robos y destrozos a la propiedad
Según ha contado la afectada al medio británico, los ladrones forzaron la entrada, lo cual debería haber permitido a las autoridades a proceder con el desalojo inmediato. Sin embargo, las múltiples denuncias fueron ignoradas.
Para recuperar su vivienda, llegó incluso a contratar una empresa de desokupación, dedicada a expulsar físicamente a los ocupantes ilegales. A lo largo del proceso, calcula haber gastado más de 20.000 euros en vuelos, alojamiento y asesoría legal.
Además de las pérdida de la vivienda, la afectada he tenido que afrontar numerosos gastos debido a los okupas: le han robado dos coches valorados en 15.000 euros, herramientas y paneles solares valorados en 50.000 euros, así como una cocina completamente nueva que, según sospecha, fue arrancada e incluso revendida.
La magnitud del saqueo no se conoció hasta septiembre de 2024, cuando la policía finalmente actuó al descubrir que los okupas utilizaban la vivienda como un punto de venta de drogas. Ese mismo día, Bawn recuperó el acceso a su casa. Sin embargo, tan solo cinco horas más tarde la vivienda fue okupada de nuevo.
"Creo que hay una red organizada en la zona. No era la misma persona que vi la primera vez. Y aunque las cámaras de seguridad grabaron todo, las autoridades siguieron sin actuar con contundencia", se ha quejado.
Asimismo, en varias ocasiones, ha asegurado, la Guardia Civil creyó la versión de los okupas, quienes afirmaban vivir allí desde hacía dos años.
Sin solución
A pesar de que Bawn ha buscado también ayuda en su propio país, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido confirmó en una carta que no podía intervenir en los procesos judiciales de otro país. Tras no haber obtenido ninguna solución por parte de la justicia española, ha advertido sobre comprar propiedades en España: "Jamás volvería a comprar una propiedad en España y no pienso volver. Mi consejo es que ni se lo planteen".
La afectada ha alertado a otros propietarios: "Mi única recomendación sería instalar una alarma conectada a central, no dejar la vivienda vacía y contratar un seguro contra okupas. Pero ni siquiera eso es garantía. Creo que algunos policías aceptan sobornos de los okupas para permitirles quedarse".
"La realidad de tener una casa en España está muy lejos del estilo de vida de ensueño que venden en los programas de televisión", ha aseverado. Asimismo, según Bawn "ninguna cerradura ni alarma detendrá a estos okupas", ya que "la ley española mira hacia otro lado y parece estar más de su lado que del nuestro".



