
Amsterdam&Partners, el bufete que ha emprendido una campaña contra Hacienda por los abusos cometidos contra los contribuyentes, ha aprovechado el estallido del ‘caso Montoro’ para denunciar la deriva de la Agencia Tributaria en nuestro país. Así, en un comunicado al que ha tenido acceso Libre Mercado, desde el despacho señalan que "el denominado ‘caso Montoro’ representa uno de los episodios más graves de instrumentalización política ocurrido en una administración tributaria de un país democrático". De este modo, señalan que el Gobierno socialista ha avanzado aún más en lo iniciado por el anterior Ejecutivo: "lo que comenzó con Montoro como corrupción funcional ha evolucionado con Montero hacia la corrupción institucionalizada, y ahora amenaza con convertirse en la norma".
De este modo, recuerdan que "según la investigación, durante su mandato como ministro de Hacienda (2011-2018), Cristóbal Montoro consolidó una arquitectura interna en la Agencia Tributaria española que transformó un órgano técnico en un instrumento estratégico para el poder ejecutivo". A este respecto, subrayan que en sus prácticas habituales, Hacienda recurre a la filtración de datos fiscales, la presión contra los contribuyentes, las auditorías y el acoso mediático. De hecho, destacan que "lejos de tratarse de hechos aislados, se han documentado multitud de casos que evidencian una violación sistemática de principios básicos del Estado de Derecho, como el secreto fiscal y la igualdad ante la ley".
Uso privado del Fisco
En su comunicado, el despacho explica que, tras meses de investigación en los que ha conocido de primera mano numerosos casos de abusos de Hacienda contra los contribuyentes, no duda en destacar que las prácticas de la Agencia Tributaria evidencian un verdadero riesgo institucional para España. En consecuencia, acerca del ‘caso Montoro’, destacan que este expediente "revela un uso privatizado del poder fiscal, en el que los intereses empresariales parecen haber financiado la redacción de leyes a medida a través de bufetes de abogados cercanos al ex ministro".
Al respecto, denuncian que esta deriva "despojó de contenido a la soberanía parlamentaria y normalizó prácticas típicas de grupos de presión corruptos". Así las cosas, desde Amsterdam&Partners, enfatizan que las prácticas de la Agencia Tributaria durante el liderazgo de Cristóbal Montoro, que según ellos pasan por el tráfico de influencias y la opacidad operativa, "sentaron las bases de lo que ahora, bajo un nuevo liderazgo, se ha convertido en una crisis más profunda de legitimidad democrática".
En este sentido, desde el despacho señalan que el Ejecutivo socialista, liderado por Pedro Sánchez, no ha revertido esta situación, sino que la ha "perfeccionado". Por este motivo, subrayan que "bajo el mandato de la ministra María Jesús Montero, se han mantenido los mismos patrones de uso ilegítimo de datos fiscales, presiones y filtraciones selectivas, solo que ahora envueltos en un falso discurso de transparencia institucional". Sin embargo, para el bufete el principal problema de la gestión socialista es que ahora esta deriva trasciende el ámbito económico, puesto que "ha evolucionado hacia una forma de corrupción política, con investigaciones fiscales en curso utilizadas como herramientas de desgaste público contra sectores incómodos y decisiones administrativas orientadas al castigo selectivo".
De Montoro o Montero
Con todo, Amsterdam&Partners denuncia que la deriva de la Agencia Tributaria que comenzó con Cristóbal Montoro, y que actualmente depende de María Jesús Montero, no es una mera herencia de una estructura burocrática, sino que representa "una opción política deliberada". De esta forma, afirman que Montero "ha consolidado un modelo en el que la administración tributaria opera como un aparato de poder capturado, al servicio tanto de intereses partidistas como de las contingencias económicas del ejecutivo". Asimismo, añaden que "lo que con Montoro era una desviación autoritaria, con Montero se enmarca en un supuesto ejercicio de regeneración institucional".
No obstante, destacan que, en cualquier caso, "el patrón es idéntico: uso ilícito de datos confidenciales, falta de control democrático y una Agencia Tributaria que opera con una autonomía opaca y una lógica de excepción". Por ello mismo, denuncian que Hacienda y la autoridad tributaria "funcionan como instrumentos de intimidación, sanción y exposición mediática selectiva no pueden coexistir con una democracia plenamente operativa en un Estado de Derecho", reclamando la necesidad de restablecer la presunción de inocencia, el secreto fiscal y la neutralidad administrativa.


