
Raquel Garrido, quien llevaba casi una década viviendo de manera ilegal en una vivienda que no le pertenecía, ha denunciado que otra mujer ha okupado la misma casa mientras ella estaba de viaje.
La "afectada" apareció en el programa En Boca de Todos, del canal Cuatro, para contar su testimonio con detalle.
Garrido explicó que lleva "cerca de 10 años en esta vivienda" y que, durante este tiempo, ha invertido recursos en mejorarla: "Habilito la vivienda, reformo la vivienda, la mejoro...", relató. Sin embargo, al viajar a República Dominicana, su antigua residencia fue okupada por otra mujer que, al igual que ella, no posee ningún derecho legal sobre el inmueble.
Se trata de un caso de doble okupación: dos personas que no son propietarias se disputan el control de una vivienda que pertenece a una promotora inmobiliaria. La situación ha dejado a Raquel sin posibilidad de recuperar lo que durante años fue su hogar, aunque de forma ilegal.
El papel de las redes sociales
Uno de los factores determinantes en esta historia ha sido el uso de las redes sociales. Raquel publicó en su perfil que se encontraba de vacaciones fuera de España —concretamente en República Dominicana—, lo que sirvió como aviso para que la nueva okupa planificara su entrada en la vivienda.
"Me vengo a la República Dominicana y me pasa esto", contó Raquel. Añadió, además, que su error fue hacer pública su ausencia, ocasión que sus examigas aprovecharon para difundir los datos del inmueble, que en ese momento se encontraba vacío: "Dejamos de ser amigas y dan todo tipo de datos y todos los límites se sobrepasan". Según relata, estas examigas compartieron la dirección de la casa con una nueva okupa que, a día de hoy, reside en la vivienda.
Raquel intentó actuar contactando con los vecinos de la zona y con la Guardia Civil para tratar de resolver la situación, pero sus esfuerzos no dieron resultado. La actual ocupante se niega a abandonar la casa y, al no haber un título de propiedad de por medio, Raquel no tiene forma de reclamar legalmente la vivienda que considera suya tras casi diez años de okupación.

