Sánchez empieza a regalar al País Vasco parte de la Seguridad Social. El mes pasado, después escenificar la cesión la llave de la caja de todos los impuestos a Cataluña, también le ha tocado el tuno al país vasco.
Como el País Vasco ya disfruta de un régimen privilegiado en materia de financiación autonómica gracias al fuero, la región del PNV lleva tiempo con la Seguridad Social en la diana. A condición de ser investido presidente del Gobierno de nuevo, Sánchez pactó con el PNV regalar al País Vasco la gestión del régimen de la Seguridad Social, y ya han tomado la primera medida para llevar un traspaso que tiene letra pequeña.
La primera acción consiste en trasladar al País Vasco "la tramitación, la potestad sancionadora, el pago y el control" de las prestaciones familiares no contributivas (parto, adopción...) y el subsidio especial por nacimiento. Su coste se descontaría del cupo a pagar al Estado.
"La puerta de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social por fin se ha abierto", celebró el Lehendakari, Imanol Pradales, tras su reunión con el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y el presidente, Pedro Sánchez, en la que se selló el acuerdo. Eso sí, Pradales matizó que "estos avances no se corresponden con todo lo acordado en la Comisión Bilateral anterior y con el pacto de investidura". Por tanto, "el Gobierno Español tendrá la reválida antes de finalizar este año" con más cesiones.
Sea como fuere, lo que está claro es que será el Estado el que tenga que seguir soportando las pensiones de los ciudadanos vascos gracias a los impuestos y a las cotizaciones de todos los trabajadores del país. Es decir, la cesión de algunas partes de la Seguridad Social a esta región será meramente cosmética y publicitaria porque no se romperá la famosa "caja única". La razón no puede ser más evidente: el País Vasco no podría pagarlo.
Y es que, que el País Vasco se haga con la "gestión" de la Seguridad Social va a resultar la mejor estrategia de marketing para este territorio y a coste cero. Como ya explicó Domingo Soriano en Libre Mercado, lo que quiere el Gobierno vasco es quedarse con los funcionarios y que aparezca el sello de su Ejecutivo en los sobres y en el sistema telemático al que acceden los pensionistas vascos, pero no pagar pagar realmente esas rentas. Es decir, que parezca que paga el País Vasco, pero que siga abonando las prestaciones el de siempre: el Estado.
La razón de que el PNV sea el primero que no quiere romper esa "caja única" es muy sencilla: la población del País Vasco es una de las más envejecidas del país y sus pensiones las más generosas, por lo que esta autonomía tendría graves problemas para pagar estas prestaciones.
Tanto es así, que según los datos de junio procedentes de la Seguridad Social, la pensión media de jubilación en el País Vasco (la más habitual) fue de 2.070,73 euros. Ese mes, había 289.979 jubilados en esta autonomía y el gasto total para el sistema superó los 600 millones de euros en esta categoría. Estamos ante el territorio con las prestaciones más altas de España seguidas de las de Navarra, otro territorio que disfruta del fuero, y cuya pensión media de jubilación está en 1.894,24 euros.
La tercera región con las mayores pensiones de jubilación de España es la Comunidad de Madrid, cuyos beneficiarios ingresaron una nómina de 1.890,59 euros de media. Sin embargo, una diferencia importante es que la región de Isabel Díaz Ayuso sí podría asumir el gasto de sus pensiones vía cotizaciones si se rompiera la caja única junto con Baleares, Ceuta y Melilla.
Y es que, tal y como publicó Libre Mercado con datos del Ministerio de Hacienda, precisamente, Cataluña, Andalucía y País Vasco son las regiones que más dificultades tendrían para abonar las pensiones debido a su mayor déficit en la Seguridad Social.




