Pagar a cambio de seguir en el poder. De eso trata la maniobra del Gobierno con la condonación de deuda que premia a Cataluña. Así lo han explicado Carlos Cuesta y Domingo Soriano, el especialista en materia económica en el estreno de la sección económica del programa La Noche de Cuesta de esRadio.
En esta sección llamada 'las consecuencias económicas del sanchismo', ambos periodistas han desglosado todos los detalles de esta nueva concesión económica al separatismo. Así, el Estado asume 83.252 millones de euros de deuda de las comunidades autónomas.
Según Cuesta, para el golpe de Estado de octubre de 2017, "los independentistas tuvieron un problema económico". Y es que, "se dieron cuenta de que no tenían controlada la agencia tributaria y que no contarían con ingresos recurrentes para pagar a médicos o policías". Ahora con este "enésimo favor" al separatismo, salvan a Cataluña de su "desastre económico".
"El Gobierno premia al que lo ha hecho mal"
"La deuda sigue ahí y la vamos a pagar todos", ya que ahora los españoles van a pagar la deuda autonómica por igual. Es decir, Cataluña va a ser la más beneficiada al ser la región con más deuda y Madrid va a ser la más perjudicada al no tener tanta deuda acumulada. Así, según Domingo Soriano, "el Gobierno premia al que lo ha hecho mal", es decir a Cataluña. Mientras que Cuesta ha recordado que es "muy peligroso" porque se incentiva a Cataluña a seguir haciendo una mala gestión económica y "seguir estrujando al Gobierno". Y es que, "si me lo perdonas y los madrileños pagan lo que yo derrocho, voy a derrochar más", ha denunciado Soriano. En este sentido, Cuesta y Soriano también han recordado el aumento de la recaudación de impuestos del Gobierno.
Cataluña centrada en la independencia
Soriano también ha recordado que "por ninguna parte, Cataluña sale peor financiada que el resto de las comunidades autónomas y la comparativa es casi insultante, sangrante en el caso de Madrid". Sobre la comparativa económica entre Madrid y Cataluña, "son las dos regiones más ricas del régimen común con un nivel de población similar". Cuesta ha recordado que "Cataluña con más población, debería tener más PIB".
Soriano ha insistido en el fracaso económico de Cataluña: "antes de que el nacionalismo se convirtiera en hegemónico en Cataluña, ambas regiones partían de una situación de relativa igualdad, aunque con cierta ventaja para Cataluña. Esta ventaja se explicaba por una mayor actividad económica, especialmente en el sector privado, mejores conexiones derivadas de su proximidad geográfica con Europa y, probablemente, una imagen empresarial más consolidada. Cataluña contaba además con un tejido empresarial con varios siglos de historia, fruto de esa burguesía catalana que, desde el siglo XIX y a lo largo del XX, ha tenido un papel destacado y que aparece con frecuencia en la literatura de la época".
El experto en materia económica ha señalado que, "en 1975, al comparar Cataluña y Madrid, uno podría haber imaginado un futuro para España similar al de Italia: una capital política, como Roma, con menos actividad económica y centrada en lo institucional, y una capital industrial en el norte, al estilo del eje Milán-Turín, con mayor dedicación a la empresa privada y a la actividad productiva.
Sin embargo, Soriano recuerda que "cuarenta años después, el resultado ha sido prácticamente el opuesto. Madrid, que entonces parecía más secundaria en lo económico, se ha consolidado como el principal polo de atracción de nuevas inversiones. Cataluña, en cambio, ha pasado de ser un referente industrial y empresarial a estar más absorbida por debates políticos, lo que ha frenado parte de su dinamismo económico. Aun así, la región sigue contando con buenos empresarios y generadores de riqueza, aunque el foco de crecimiento y la llegada de nuevas inversiones se concentran cada vez más en Madrid. Mientras que Cataluña tiene una fuga empresarial brutal". Y eso se ha producido, "cuanto más poder del nacionalismo y a más malgasto público, se ha acelerado eso".
Cuesta también ha señalado que "un nacionalista que quiere un Estado paralelo, tiene que crear una administración entera paralela que tiene un coste, y eso evidentemente lo pagan los ciudadanos". Respecto a la deuda pública, Cuesta ha recordado que "el incremento de deuda es incremento de la carga que se soporta fiscal con impuestos por las familias, y eso te resta poder adquisitivo. Y el resultado se plasma en España". Desde la llegada de Sánchez, "hay un 23% de pérdida de poder adquisitivo".