El mercado argentino está viviendo una brutal sacudida financiera. Los títulos de deuda se desplomaron hasta un 14% y la presión cambiaria refleja la desconfianza en el futuro de Argentina. No faltan analistas que atribuyen la sangría en el mercado al descontento con la gestión económica de Milei, sin embargo, portfolio managers consultados por Con Ánimo de Lucro nos decían que el gran problema es que hasta hace unas semanas la posibilidad de que el kirchnerismo regresara a la casa rosada era cero y ahora, tras el batacazo de Milei en las elecciones en Buenos Aires tras los escándalos de corrupción que rodean a su hermana, esas probabilidades se han disparado.
Así, las expectativas de crecimiento del país que muchos inversores habían descontado en sus planes en Argentina se han visto afectadas provocando una huida masiva de inversores del país. Esto, a su vez, ha hecho que el riesgo país se dispare y que la exigencia del mercado para la deuda argentina haga lo mismo, hundiendo los bonos del país en más de un 14%.
Según JP Morgan, el riesgo país se disparó hasta los 1.453 puntos básicos, lo que significa un 16,6% más en sólo un día. Una escalada que refleja la creciente desconfianza de los inversores en la capacidad de Milei para mantenerse en el poder y proseguir con su agenda de reformas.
Para intentar contener el efecto del derrumbe, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) salió a vender 379 millones de dólares de sus reservas para frenar la devaluación del peso. El tipo de cambio oficial, que opera con una banda de flotación, volvió a llegar al techo de esa banda, fijado en 1.474 pesos, lo que obligó a la intervención estatal.
Y las consecuencias de esta situación han trascendido al mercado de deuda. Las acciones en la Bolsa de Buenos Aires se desplomaron cerca de un 9% mientras que los dólares financieros, los no intervenidos por el Estado subieron alrededor de los 1.564 pesos, casi un 4% más que el día anterior.
Lo que están descontando los mercados, según los inversores consultados por Con Ánimo de Lucro, es que el batacazo electoral de Milei del 7 de septiembre, se repita en las elecciones nacionales del 26 de octubre. Sin una base parlamentaria fuerte, el Gobierno enfrenta dudas sobre cómo podrá sostener el ajuste fiscal, las reformas estructurales y al mismo tiempo acumular reservas.

