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¿Un sueldo para los niños alemanes? La propuesta más interesante del año

Alemania dará un sueldo a sus niños: ¿es posible algo así en España?

Alemania dará un sueldo a sus niños: ¿es posible algo así en España?
Una persona sosteniendo varias monedas. | Unsplash/Andriyko Podilnyk

El Gobierno alemán ha propuesto que todos los niños de entre 6 y 18 años cobren un salario de 10 euros al mes. No tendrían que hacer nada, solo asistir a la escuela. De esta manera, en esos doce años el Estado le daría a cada menor 1.440 euros (intuimos que no dejarán de pagar en las vacaciones) que, eso sí, no podrán tocar: la idea es que sean el punto de arranque de un plan de pensiones que luego ese niño, cuando llegue a la mayoría de edad y comience a tener ingresos, vaya complementando con sus aportaciones. Además, si mantiene el dinero hasta su jubilación, todo lo que obtenga estaría bonificado fiscalmente, de manera que no tendría que pagar ni un euro en impuestos, ni por el principal ni por los rendimientos generados.

Me parece una idea espectacular. Sí, sé que no está en ningún manual liberal al uso. De hecho suena a populismo fiscal-subvencionador: lo que el Estado les quita a sus padres con una mano se lo da al niño con la otra. Por eso, habrá quien piense que ese dinero podía usarse en reducir impuestos a esos padres para que sean ellos los que decidan si entregárselo o no a sus hijos.

Y todo esto es cierto. Y al mismo tiempo es una de esas medidas que deberíamos apoyar sin fisuras. Entre otras cosas, porque del manual a la vida real hay un enorme trecho.

Para empezar, que los jóvenes (alemanes, españoles y de cualquier otro país europeo) tienen por delante un futuro fiscalmente muy oscuro es una evidencia. El sistema de pensiones de reparto es lo que es y se hace complicado imaginar ahora una transición sostenible hacia otro modelo. ¿Habría sido lo óptimo hace 60 años? Sí, pero no se hizo y ahora estamos en 2025. En esta situación, que haya una mínima devolución de transferencias como la que plantea la medida parece más que razonable. Y sí, quizás sería mejor un Estado menos intrusivo en todo y una política menos paternalista. Pero como eso tampoco lo tenemos, aprovechemos cuando se les ocurre una idea razonable.

Además, tampoco es tan difícil equiparar el subsidio con una rebaja tributaria para los padres de estos niños. Y si alguna medida fiscal sería justa en esta Europa decadente y viejuna que nos ha tocado vivir, es una que ayude a las familias.

La propuesta tiene la ventaja de que será complicado encontrar algún partido que se atreva a negarse a esto: cómo le vas a decir que no a 10 euritos al mes para cada niño. Aquí el populismo, por una vez, debería servir para el bien.

En lo que a nosotros nos toca, intuyo que a la izquierda española no le haría ninguna gracia, pero no le sería tan sencillo oponerse. ¿Y por qué no les gustaría? Porque a medio plazo la medida contiene varias bombas conceptuales de una enorme carga anti-progre:

  • Ciudadanos menos dependientes del Estado; porque cada uno tendría una bolsa de ahorro propio.
  • Inversores que comienzan a interesarse por los entresijos de los mercados financieros; y que ven que lo que allí ocurre no es ningún casino ni un juego de los ricos para quitárselo a los pobres, sino un esquema de empresas en busca de capital para financiarse y ahorradores buscando oportunidades para obtener rendimientos.
  • Mirada a largo plazo.
  • Inyección de dinero en vena en el sector productivo del país (una de las ventajas de este tipo de planes de ahorro, como los programas de capitalización para la jubilación, es que son una fuente excelente de financiación).

A ver, no me quiero venir arriba. Esto no nos convertiría en Suiza. Pero es de esas ideas (como el impulso de Margaret Thatcher a la compra de viviendas sociales que antes estaban en alquiler) que tienen un enorme potencial transformador y con segundas derivadas muy interesantes. ¿Quiere usted una sociedad de propietarios? Pues incentivarla desde el poder público es una de esas ironías que podría salir bien. En el informe "Una sociedad de propietarios" que el Instituto Juan de Mariana publicó en 2023, propusimos una medida no muy diferente (en aquel caso, la idea era un cheque de 1.000 euros al cumplir los 18 años, también asociado al ahorro a largo plazo).

En España

Habrá quien piense que ya nos gastamos suficiente dinero en tonterías y que con el actual nivel de déficit y deuda no podríamos permitírnoslo. Creo que sí podríamos. Habría que sacar el dinero de algún sitio. Pero el coste parece razonable: en España viven unos 8 millones de niños y adolescentes (incluyo a todos, incluso a los recién nacidos). A 10 euros al mes; 120 al año: unos mil millones al año. Es dinero (aquí no seguimos la Doctrina Chiqui de "esos son dos mil millones de na"), pero también es perfectamente asumible. Aquí sí (con el gasto en pensiones no) podemos decir que quitas unas cuantas chorradas y algunas partidas absurdas (del bono cultural a las ayudas al transporte) y te aparecen esos 1.000 millones en el Presupuesto en un momento.

Dejamos aquí algunas pautas, por si a algún candidato de lo que debería ser la derecha española se le ocurre plantear una idea razonable:

  • Cuenta personal de ahorro para cada menor. Invertible en todo tipo de activos. Y que no paga impuestos por plusvalías mientras se mantengan en la cuenta.
  • Dinero que no se puede tocar hasta los 45. A partir de esa edad se podría sacar y las plusvalías estarían bonificadas fiscalmente (si queremos que sea una ayuda a la jubilación, se puede establecer un esquema por el que pagas algo si te lo llevas antes de los 65 años y solo queda exento al 100% a partir de esa edad).
  • El Estado incluso podría ofrecer opciones de inversión sencillas, para facilitar las cosas a los que, por defecto, no quieren preocuparse por eso. Por ejemplo, no debería ser tan complicado que el ICO o el Banco de España estableciera una especie de roboadvisor público, con cinco carteras (de 100% renta variable invertida en 8-10 fondos índice a nivel mundial a 100% renta fija, para los más conservadores).
  • Por supuesto, no habría problemas en dar entrada al sector privado para que ofrezca sus productos. Esquema sencillo: que cada entidad con más de 50 millones de euros bajo gestión en activos de inversión pueda ofrecer entre 3 y 5 fondos (de todo tipo, desde ETF a fondos en mercado inmobiliario, gestión activa o roboadvisor), con unos costes (comisiones) fijados por la norma que diseñe este esquema. El que quiera entrar en esas condiciones, se suma a la plataforma correspondiente. Y ya tendríamos a cada españolito con su mini-sicav.

Le veo muchas ventajas y pocos peros. De hecho, das un paso más y le abres una cuenta similar a todos los mayores de edad.

Y para el que piense que esto no son más que minucias y que no cambiaría nada la realidad de los jóvenes, un cálculo sencillo (otra ventaja de esta medida es que haría que en la conversación pública se introdujera el concepto de "interés compuesto"):

  • Cien euros al mes, durante 45 años (esperemos que el niño mantenga la tradición una vez sea mayor de edad), al 7% de rentabilidad media real (lo que ha hecho la Bolsa americana en los últimos dos siglos) nos llevaría a casi 400.000 euros de capital.

Nota del redactor: Este cálculo está realizado con una cantidad que no es imposible imaginar para la mayoría de las familias (100 euros al mes; si aportan padre, madre, abuelo... con 20-25 euros al mes de cada uno lo tendría). Pero no es la cifra que plantea el Gobierno alemán. Con diez euros al mes, al 7% de rentabilidad real media, en 45 años tendríamos unos 40.000 euros; y a los 65 años, cerca de 170.000 euros.

Como les decía antes, el único punto flaco del plan es que, aunque usted y yo lo vemos como una oportunidad, nuestros políticos lo ven como una enorme amenaza. "A ver quién controla a una sociedad de propietarios", pensarán, "mucho mejor que sigamos dependiendo de nosotros..."

Licenciado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Carlos III de Madrid. Después de tres años trabajando en IBM, decidió cambiar de rumbo en su carrera profesional y se matriculó en el Máster de Periodismo de El Mundo. En este diario trabajó entre 2008 y 2009.

Desde 2010 es redactor de Economía de Libre Mercado. Presenta junto a Nuria Richart el programa La Pizarra de Domingo Soriano y el podcast Economía Para Quedarte Sin Amigos. Además, colabora de forma periódica en numerosos programas de esRadio: Tu Dinero Nunca Duerme, Economía Para Todos, Es la Noche de Dieter... Compagina su trabajo como periodista con las clases de Economía que imparte en la Universidad Francisco Marroquín de Madrid

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